El tremendo éxito de En la sombra, su libro de memorias, puede traerle también un disgusto a la familia de los duques de Sussex. Porque es cierto que si no hubiese sido sincero y no se hubiese abierto a los lectores, muchos de estos no le habrían dado mayor importancia al libro, pero como sí lo hizo, hay ciertas confesiones que le pueden pasar una factura gigantesca al príncipe Harry.
Porque están pidiendo que se investigue su posible deportación de suelo estadounidense. Se trataría de algo sencillo, pues con un mero trámite burocrático la suerte estaría echada. Y todo se resume en si el marido de Meghan Markle marcó una casilla u otra en su visado de residencia en el país norteamericano.
En la Heritage Foundation, una fundación conservadora de Estados Unidos, han leído el libro y han recordado un importante pasaje: cuando confesaba que en su juventud, debido a la presión mediática y como una forma de escapismo de la realidad, consumió drogas. A los 17 años, probó la cocaína —y más tarde la ha consumido esporádicamente— y luego ha admitido tomar setas alucinógenas y cannabis.
Por ello la organización ha solicitado que se haga pública la solicitud del visado del hijo del rey Carlos III de Inglaterra, puesto que hay un apartado sobre Drogas y Narcóticos en el cuestionario para obtener la visa de residente. "Si el príncipe Harry ha disfrutado de un trato preferente, se estaría minando la confianza del pueblo sobre la Justicia en cuanto a la igualdad de todos ante la Ley", han dicho en un escrito remitido a las autoridades de Washington.
Si no fue completamente honesto entonces al rellenar la casilla, la Heritage Foundation espera que el departamento de Inmigración de Estados Unidos actúe conforme a la ley y le aplique una de las penalizaciones más graves por mentir: tanto la posibilidad de que sea deportado como de que se le impida solicitar la ciudadanía.
Eso sí, por lo que parece, los agentes de Washington no se plantean por ahora ceder ante la presión del grupo conservador y, amparándose en el el derecho a la privacidad del príncipe, se han negado a hacer pública su visa de residencia.
Aún así, el problema está servido, porque Harry solo puede tener dos tipos de visado: el de cónyuge, por su matrimonio, o la visa O-1, la cual se otorga a personas con "capacidades extraordinarias" y que se suele conceder a celebrities o deportistas.
Si es esta última, tendría que renovarla pasados tres años desde su llegada. Es decir, como llegaron a California en 2020, esta misma primavera de 2023, por lo que ahora su solicitud de renovación se vería afectada por su historial de drogas que él mismo ha sacado a la luz.