Gracias a su participación en Las mil y una noches, la exitosa novela turca que se convirtió en un suceso en 2015, Ergün Demir desembarcó en Argentina con mucha expectativa y ofertas de trabajo. El “turco”, como fue apodado, participó del Bailando por un sueño y se convirtió en un personaje de lo más popular, conocido por todos, sin embargo con el correr del tiempo se supo que tras su simpatía y gracia se escondía un ser oscuro y polémico que terminó yéndose del país envuelto en denuncias de todo tipo.
Eso se desprende del testimonio de María De Cicco, quien fuera pareja del actor entre diciembre de 2016 y marzo de 2018, y que radicó contra Demir una serie de acusaciones que incluyen lesiones, amenazas, estafas y violación. “Yo le realicé la primera denuncia por violencia de género, y relaté todos los hechos que había vivido con él. Todavía estaba bajo una manipulación psicológica de la que me costó muchos meses salir, mientras fui despertando y dándome cuenta, yo relataba los hechos tal cual me habían pasado. La psicóloga que me atendía me iba diciendo diferentes cosas que yo me fui dando cuenta mientras en la relación estaba todo naturalizado porque era una tortura psicológica. Terminé desgastada físicamente, porque la tortura psicológica me llevó a tener manifestaciones físicas muy importantes, más allá de cosas que yo fui descubriendo, pastillas que me daba, todas las cosas que relaté en la denuncia”, contó De Cicco en aquellos tiempos.
Ahora, cinco años después, María rompió el silencio y en una entrevista con Juan Etchegoyen para Mitre Live, contó detalles escabrosos de su convivencia con el actor turco. “Ese año de convivencia con él empecé a tener hemorragias diarias, a los tres o cuatro meses de convivencia con él, perdí totalmente mi identidad, dejé de ser yo, para darme cuenta de esto tuve que recuperar mi salud, la relación con este psicópata me dejó al borde de la muerte”, comenzó diciendo la mujer, para dar paso a un relato escalofriante sobre aquellos días compartidos.
“Yo estuve en coma durante tres meses sin saber qué había sucedido, estos psicópatas destruyen con sonrisas, no hay golpes ni gritos, es una seducción perversa que lleva a paralizarnos, la primera denuncia que le hice fue por estafa, me sentí vaciada, me vendió los muebles y me dejó un embargo con el departamento. Él me manipuló a través de la religión, él no profesa su religión, sino que abusa a través de ella”, explicó sobre el actor.
“Te roban tu luz y tu identidad, logran desestabilizarte como un niño sufrido para lograr tu compasión pero hubo una situación límite en mi casa donde estuve agonizando porque me sentía mal, le pedí que me llevara a mi habitación y me decía que no podía porque entrar a mi habitación era pecado, llegué a la cama como pude, yo no podía hablar y con los ojos trataba de decirle que me socorriera, después de dos horas llamé al SAME y cuando venían los médicos se escondió para que no lo vieran, él me drogaba y me di cuenta porque encontré jeringas en su habitación”, contó conmovida.
Luego, comenzó a desarrollar el mecanismo de manipulación en el que se fue viendo inmersa hasta no poder tomar las riendas de su vida: “Hoy con el diario del miércoles, de hace mil años, te puedo decir las veces que sentí esta sensación o que vomitaba o no podía respirar y era porque él me drogaba. Yo encontré jeringas en su habitación, pero ¿qué pasaba? Cuando yo le decía 'encontré este vaso', él me decía que estaba loca, que eso nunca existió”.
Etchegoyen quiso saber entonces si en algún momento tuvo miedo de morir, y la respuesta de la mujer fue contundente: “Hubo un momento que al estar en coma, estuve muerta. Un día me desperté y no entendía lo que me había ocurrido. Fue muy difícil como persona entender lo que me pasó y reconstruirme”. Pero además, abrió las puertas del infierno que pasó a diario y que dejó asentado en una denuncia: “Para la justicia, cuando fui a denunciar lo que yo recordaba porque irrumpía en cuarto y me violaba dormida, drogada también, y que él me negaba que había entrado en mi cuarto”. Y finalizó: “Tuve dos intentos de suicidio en esa relación, me revolví los pelos, me quería arrancar la piel, quería salir de mí y le dije gritando y llorando: 'mira en lo que me convertiste'”.