¡Jueguen vivo! La app que retoca tus fotos con IA como si salieras del instituto, pero las roba con tu consentimiento
Muchas caras del patio se han sumado a esta tendencia, una de esas es Sheldry Sáez, la exmiss Panamá.
No es para nada positivo el uso de ciertas apps para transformar a los usuarios en prácticamente lo que quieran. La IA, aparte de ofrecer enormes beneficios a todos los niveles, también está siendo usada malintencionadamente para sobornar a personas, o que formen parte de las estrategias de empresas que usan las fotos de los usuarios para el uso que le quieran dar.
Porque finalmente estas apps no dejan de ser un gancho para atraer a miles de usuarios y estos, con la satisfacción que significa en redes sociales compartir esa foto retocada por IA, se olvidan de que están dando los permisos para el uso de su rostro o imagen sin saber realmente su fin. Sucede con la app EPIK, que en cuestión de días se ha convertido en viral con el uso de uno de sus filtros para convertir cualquier foto en una de esas en las que uno aparece que se acaba de graduar en la universidad.
El hashtag #YearBookChallenge usado en TikTok ha llevado a millones de descargas de esta app, e incluso celebridades han publicado sus fotos retocadas con miles de gustas recibidos en las distintas redes sociales. El problema de esta app yace en que todas esas miles de fotos subidas a la app permanecen en propiedad de Snow, una empresa surcoreana que cuenta en su haber con distintas aplicaciones y servicios.
De hecho, aparte de ser un servicio que no es gratuito, fuerza la aceptación de sus condiciones de uso y la política de privacidad para el uso de la app. Y se dice forzar porque si no se aceptan estos términos ni se abrirá la app para cerrarse de inmediato. Es aquí donde entra otro dato de importancia que muestra el abogado experto Borja Adsuara en sus declaraciones a El País: la sede central de la app está fuera de la Unión Europea, por lo que es prácticamente imposible que respete la legislación comunitaria sobre la petición de datos.
Justamente la empresa mantiene que usa todas estas fotos para mejorar la app y su experiencia, pero incluso es capaz de recoger datos cuando no se usa la app, y la aceptación de la cesión de los datos a terceros (presente en sus condiciones de uso), en este caso las imágenes de sus rostros, le da permiso para su utilización durante tres años o hasta que el perfil sea cerrado. Incluso aclara que esa información puede compartirla con empresas y organizaciones afiliadas a Snow. Lo que significa que el rostro de cualquiera de los usuarios que han subido una imagen puede aparecer en servicios de terceros sin que se pueda hacer nada al respecto.