Ningún turista sin permiso puede acercarse a la mansión que Kim Kardashian y Kanye West tienen cerca de la ciudad de Calabasas, en California. Mucho menos, entrar en ella. Pero la pareja finalmente ha dejado que las cámaras indaguen un poco más de lo habitual en su increíblemente minimalista hogar por el que desembolsaron 20 millones de dólares y otros 20 millones por las renovaciones que siguen en marcha. Eso sí, muchos muebles no es que hayan comprado.
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La casa de Kimye está dentro de Hidden Hills, una comunidad privada de multimillonarios solo accesible tras pasar una de las muchas garitas repartidas por diferentes accesos de carretera. Pero sea por la constancia de Kardashian en redes sociales, el reality que protagoniza junto a su familia o una entrevista que West concedió dentro de la mansión, los fans pueden hacerse una idea de qué pinta tiene la casa de la power couple. Ahora, nuestros compañeros de Vogue USA se han podido colar en ella y ofrecer una imagen más certera de la que ha sido descrita en multitud de ocasiones como la casa de los sueños de la pareja.
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Kardashian es portada de Vogue en este próximo mes de mayo. Es de ahí que la celebrity haya sido protagonista del ya icónico programa 73 Questions que la revista publica en YouTube desde hace varios años. A diferencia de otras entregas del show, hay muchos de entre los más de 3 millones de espectadores que ya han visto el vídeo que tienen numerosas preguntas sobre la casa. En concreto, sobre lo vacía que está. Porque vale, la casa es espectacular, dicen los fans de Kimye, ¿pero dónde están los muebles?
"Me recuerda a esa gente que se ha gastado muchísimo dinero en la casa pero no se puede permitir comprar muebles", escribió un usuario en la sección de comentarios del vídeo. Algunos pusieron el foco en el diseño de los lavabos y otros simplemente dejaron claro que preferían las casas de otros famosos: "Para una pareja rica, esta es una de las casas más simples y aburridas que jamás he visto".
En la entrevista, Kardashian define su hogar como un "monasterio minimalista". Lo en serio que se han tomado esa premisa crea doble impacto cuando las cámaras de Vogue entran en el dormitorio de Kimye en el que Kardashian y West juegan con sus tres hijos: North, Saint y Chicago. Es todo lo contrario que uno podría esperar de una habitación por la que pasan niños a diario: colores planos, muy pocos muebles, ninguna televisión cerca.