Según los informes, Kim Kardashian y Kanye West se han prohibido cualquier conversación sobre política durante sus vacaciones de fin de semana para salvar su matrimonio.
Lee la edición impresa
La pareja abordó un jet privado el domingo y se cree que se llevaron a sus hijos y a un pastor a una remota isla caribeña.
Kim y Kanye se llevaron a sus cuatro hijos North, siete, Saint, cuatro, Chicago, dos y Psalm de un año con ellos, mientras se concentran en sanar la grieta que causó el desequilibrio de Kanye.
Kim sufrió la humillación pública después de que Kanye anunciara en Twitter que quería divorciarse de ella.
Pero parece que la pareja está haciendo todo lo posible para seguir siendo una familia unida, y eso significa eliminar cualquier política de sus conversaciones, informa TMZ.
Fuentes cercanas a la pareja le dijeron al medio que los dos no planean resolver ninguna diferencia política en el corto plazo.
Es seguro decir que la pareja tiene mucho que discutir aparte de la política, después de que las cosas se pusieron tan mal que a Kim no le quedó más remedio que subirse a un avión y volar al rancho en Wyoming, donde su marido se escondía para tratar de resolver sus problemas.
Durante sus conversaciones de crisis con Kanye, Kim fue fotografiada llorando mientras se sentaban en un auto para discutir lo que estaba pasando entre ellos, y parece que todo le está pasando factura.
En las últimas semanas, Kanye se ha lanzado a varias protestas contra Kim y su familia.
Afirmó que él y Kim habían considerado abortar a su hija North, además de que acusó a su esposa y su madre, Kris Jenner, de intentar encerrarlo.
Ha sido un camino difícil de comprensión para Kim, pero parece que la pareja ahora está mirando hacia adelante para volver a encarrilar su romance.
Kanye luego se disculpó públicamente con ella en Twitter y escribió: Me gustaría disculparme con mi esposa Kim por hacer público algo que era un asunto privado.
Agregó: No la protegí como ella me protegió a mí. A Kim quiero decirle que sé que te lastimé. Por favor, perdóname. Gracias por estar siempre ahí para mí.
Pero a pesar de su disculpa, parece que la pareja está lejos de solucionar este arrebato público.