Kourtney Kardashian y Travis Barker pasan por el altar por tercera vez. La pareja, que hace tan solo unos pocos días contraía matrimonio de manera legal, parece que ha cogido el gusto a darse el "sí, quiero" y han decidido organizar este fin de semana una nueva y peculiar celebración para sellar de nuevo su amor. En esta ocasión, han puesto rumbo hasta la ciudad italiana de Portofino, como ha asegurado una fuente cercana a la familia al portal TMZ.
Al igual que en los anteriores enlaces, solo estará presente su grupo más cercano de familiares y amigos, que tendrán la fortuna de actuar como testigos cuando la pareja pronuncie sus votos matrimoniales. A pesar de que la lista de invitados es muy exclusiva, los anfitriones no han escatimado en gastos. No en vano, han alquilado un exclusivo castillo para una fiesta que se prolongará durante cuatro días.
La unión tendrá lugar en el Castello Brown, que también hará las veces de alojamiento. No es de extrañar que los enamorados hayan elegido este enclave porque es, sin duda, unos de los monumentos más característicos de esta ciudad genovesa. Aunque en la actualidad cumple la función de museo y atracción turística, sus orígenes se remontan a los primeros siglos de ocupación romana. Su servicio principal era la vigilancia, por lo que fue construido en la parte más alta de la localidad. Una ubicación privilegiada que hace que pase a ser toda una fortaleza. Un detalle perfecto para asegurar la intimidad de los allí presentes.
En el enlace estarán presentes aquellas personas del círculo más cercano de los novios. Por parte de la influencer, no se perderán estos maravillosos días ni sus hijos, ni su mediática familia, desde sus hermanas, pasando por su madre, Kris Jenner y la pareja de esta, Corey Gamble. El baterista ha optado por reducir todavía más su lado y tan solo irán sus hijos y algunos compañeros de banda.
Aquellos que se han quedado fuera esta vez pueden estar tranquilos, porque la hermana de Kim Kardashian tiene pensado organizar una gran recepción, mucho más multitudinaria, con el resto de sus conocidos tan pronto como aterrice de nuevo en Los Ángeles.