En las últimas semanas, se está hablando mucho de Ariana Grande (Boca Ratón, Florida, 30 años), pero el motivo no es su música o el estreno de su próximo proyecto cinematográfico, sino su separación. Fueron los medios estadounidenses People, Page Six y TMZ los que dieron una de las exclusivas más inesperadas del año: la cantante se divorciaba de su hasta entonces marido, Dalton Gomez. Nada hacía presagiar en aquel momento, cuando parecía una ruptura más, que habría terceras personas —e incluso cuartas— involucradas.
Los mismos medios que dieron la noticia, no tardaron en relacionar a la artista estadounidense con el actor Ethan Slater, su compañero de reparto en Wicked, producción que verá la luz el próximo año. Tanto Grande como Slater estaban casados y ambos, según han informado las mismas fuentes, han puesto punto y final a sus matrimonios al mismo tiempo. Lo que en un principio parecían meras especulaciones, ha terminado con la ya exmujer del actor hablando públicamente de este escándalo que ha copado los titulares de la crónica estadounidense.
Según los documentos a los que ha tenido acceso el portal TMZ, este mismo miércoles Slater presentaba la solicitud de divorcio en un juzgado de Nueva York. No es una ruptura amistosa ni mucho menos, ya que fuentes cercanas a la exmujer del actor, Lilly Jay, han asegurado que está “devastada” por la decisión de este de acabar con su matrimonio e irse con la cantante. Además, alegan que Jay se siente “traicionada” no solo por Slater, sino también por Grande, a quien llegó a conocer en persona por la fuerte amistad que le unía con su marido. De hecho, la intérprete de Thank U, Next le dio Me gusta a una publicación de su ahora pareja, en la que describía a Jay como “la mamá/persona más maravillosa del mundo”. La expareja tuvo a su primer hijo el pasado año, en agosto. Ahora ya no es posible acceder a la cuenta de Instagram del actor, ya que ha decidido ponerla privada.
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Pero dejando de lado las informaciones de las fuentes cercanas de la pareja, ha sido la propia Jay quien ha decidido romper su silencio y hablar por primera vez públicamente. Lo ha hecho a través de Page Six, en unas declaraciones en las que define a su familia como un “daño colateral”: “[Ariana] es realmente el problema. No es buena amiga de sus amigas”. Aunque según su versión puede parecer que esta relación comenzó cuando todavía estaban juntos, fuentes cercanas a Grande y Slater han desmentido esas especulaciones y han afirmado que los actores “no se involucraron románticamente” hasta que rompieron con sus respectivas parejas. “Estoy centrada en reconstruir una vida para nuestro hijo y reconstruir una vida para él”, ha defendido Jay, “es lo que estoy tratando de hacer y es mi único objetivo”.