¡Le imputaron cargos! Acusan de homicidio a testigo del asesinato del rapero Tupac Shakur
Los investigadores conocen a Davis desde hace mucho tiempo y él mismo admitió que iba como pasajero en el Cadillac desde el cual salieron los disparos.
El último sospechoso vivo del tiroteo fatal contra el rapero Tupac Shakur en Las Vegas fue acusado el viernes de homicidio con el uso de un arma mortal por el asesinato de 1996, un avance largamente esperado en un caso que ha frustrado a los investigadores y fascinado al público desde hace más de 25 años.
Un jurado acusador de Nevada imputó formalmente a Duane “Keffe D” Davis por el asesinato, anunció el viernes el principal fiscal adjunto de distrito del condado de Clark, Marc DiGiacomo.
Los investigadores conocen a Davis desde hace mucho tiempo y él mismo admitió en entrevistas y en sus memorias reveladoras de 2019, “Compton Street Legend”, que iba como pasajero en el Cadillac desde el cual salieron los disparos durante el tiroteo de septiembre de 1996.
DiGiacomo describió a Davis como el “comandante en el sitio” que “ordenó la muerte” de Shakur, quien falleció a los 25 años. El teniente especializado en homicidios, Jason Johansson, calificó a Davis como “el líder y quien pidió el disparo”.
“Durante 27 años, la familia de Tupac Shakur ha buscado justicia”, dijo el viernes el jefe de policía del condado de Clark, Kevin McMahill, en una conferencia de prensa. “Aunque sé que ha habido muchas personas que no creían que el asesinato de Tupac Shakur fuera importante para este departamento de policía, estoy aquí para decirles que ese no es el caso”.
Después de una entrevista de Davis en 2018, Johansson dijo que el departamento de policía “sabía que esta era probablemente la última vez que intentábamos resolver este caso con éxito y presentar un cargo penal”.
Los cargos fueron revelados horas después de que Davis, de 60 años, fuera arrestado esta mañana mientras caminaba cerca de su casa en el suburbio de Henderson próximo a Las Vegas, dijo DiGiacomo.
A mediados de julio, la policía de Las Vegas allanó la casa de Davis. Las autoridades buscaban artículos “relacionados con el asesinato de Tupac Shakur”, según la orden de cateo. Recolectaron varias computadoras, un teléfono celular y un disco duro, una revista Vibe en la que aparecía Shakur, varias balas calibre .40, dos “tubos que contenían fotografías” y un ejemplar de las memorias de Davis.
“A menudo se ha dicho que la justicia demorada es justicia denegada”, dijo el fiscal de distrito Steve Wolfson después de la audiencia en un breve comentario a la AP. “En este caso, la justicia se ha retrasado, pero no se la negará”.
El viernes el juez de distrito del condado de Clark, Jerry Wiese, le negó la libertad bajo fianza a Davis.
No estaba claro si Davis cuenta con un abogado que pueda hacer declaraciones a su nombre. Davis no ha respondido a múltiples mensajes telefónicos y de texto de The Associated Press en busca de comentarios o una entrevista en los más de dos meses transcurridos desde el allanamiento de su casa.
Se dejaron mensajes el viernes con su esposa, Paula Clemons, que tampoco fueron respondidos.
El 7 de septiembre de 1996, Shakur iba en un BMW conducido por el fundador de Death Row Records, Marion “Suge” Knight, en medio de un convoy de unos 10 autos. Esperaban en un semáforo en rojo cerca de La Franja de Las Vegas cuando un Cadillac blanco se les aproximó y estallaron los disparos. Shakur recibió varios impactos y murió una semana después.
La muerte del rapero se produjo mientras su cuarto álbum solista, “All Eyez on Me”, seguía en las listas de popularidad, con unos 5 millones de copias vendidas. Shakur fue nominado seis veces al Grammy y es considerado uno de los raperos más influyentes y versátiles de todos los tiempos.
En sus memorias, Davis dijo que iba en el asiento de copiloto del Cadillac y que había deslizado el arma implicada en el tiroteo hacia el asiento trasero, desde donde, según dijo, se realizaron los disparos.
Davis implicó a su sobrino, Orlando “Baby Lane” Anderson, al decir que era una de las dos personas en el asiento trasero. Anderson, un conocido rival de Shakur, estuvo involucrado en una pelea en un casino con el rapero poco antes del tiroteo. Anderson negó cualquier implicación en la muerte de Shakur y murió dos años después.
Después de la pelea en el casino, “Mr. Davis formuló un plan para vengarse del señor Knight y del señor Shakur” en defensa de su sobrino, dijo DiGiacomo.
Se enviaron correos electrónicos en busca de comentarios a dos abogados que anteriormente representaron a Knight, sin recibir respuesta. Un fragmento de bala rozó a Knight durante el tiroteo, pero sólo sufrió heridas leves. Knight cumple una sentencia de 28 años en una prisión de California por un cargo de homicidio voluntario no relacionado.
Davis reveló en sus memorias que rompió su silencio por primera vez en 2010 durante una reunión a puerta cerrada con autoridades federales y locales. En ese momento, tenía 46 años y se enfrentaba a cadena perpetua por cargos de drogas cuando aceptó hablar con ellos sobre el asesinato de Tupac, así como del asesinato a tiros del rival de rap de Tupac, Biggie Smalls, también conocido como Notorious B.I.G. ocurrido seis meses después.
“Me ofrecieron dejarme ir por dirigir una ‘empresa criminal’ y varios presuntos homicidios a cambio de la verdad sobre los asesinatos de Tupac y Biggie”, escribió. “Prometieron que destruirían la acusación y detendrían al jurado acusador si los ayudaba”.
Shakur estaba en pleito en ese momento con su rival del rap Biggie Smalls, quien recibió un disparo mortal en marzo de 1997. Ambos raperos tenían una rivalidad entre la costa este y la costa oeste que definió principalmente la escena hip hop a la mitad de la década de 1990.
Greg Kading, un detective retirado de la policía de Los Ángeles que pasó años investigando el asesinato de Shakur y escribió un libro al respecto, dijo que no le sorprende el arresto de Davis.
Kading dijo que creía que la investigación ganó un nuevo impulso en los últimos años luego de las descripciones públicas de Davis sobre su papel en el asesinato, incluidas sus memorias de 2019.
“Son esos eventos los que le han dado a Las Vegas la munición y el impulso para seguir adelante”, señaló. “Antes de las declaraciones públicas de Keffe D, los casos tal como estaban no eran procesables”.