Liam Neeson no puede olvidar la muerte de su mujer
Una villa en la Toscana, tiene un argumento dramático que recuerda precisamente la propia tragedia vivida
La última película de Liam Neeson, Una villa en la Toscana, tiene un argumento dramático que recuerda precisamente la propia tragedia vivida por el gran actor irlandés, quien quiso que en el reparto su coprotagonista fuera Micheal Richardson, uno de sus hijos. En la ficción, sucede la muerte accidental de la esposa.
¿Cómo es que, sobre todo Liam Neeson, aceptó semejante historia que sin duda iba a recordarle la dramática desaparición de su mujer?
Ocurre lo siguiente: desde que Natasha Richardson, su compañera durante quince años, falleció en un accidente en la nieve, Liam no deja de pensar en ella en cada película en la que toma parte. Elige papeles de acción u otros en los que ocurran desgracias que él trata de superar. No sabemos si esa manera de superar el pasado es acertada desde un punto de vista psicológico; diríase que tiene un componente de masoquismo. Pero Liam Neeson así lo cree. Tales personajes luchan, se esfuerzan por vencer obstáculos. Así, el actor cree que su drama interior es parte de la vida y de cuanto elige para interpretar en la pantalla: un continuo enfrentamiento con los males que a todos nos acechan, pretendiendo salir indemne en la batalla. Así es su pensamiento, que ha trasladado incluso a Michael, su hijo actor. Interesante caso que probablemente sea objeto de estudio de un psicoanalista.