Madre de Aaron Carter exige investigar la muerte del cantante como un asesinato
Destacó que recibía muchas amenazas de muerte. Cuatro meses después, todavía no se ha dado a conocer la autopsia oficial.
Han pasado ya cuatro meses desde que Aaron Carter, de 34 años, fuese hallado sin vida en la bañera de su casa de Lancaster (California) y todavía no se ha dado a conocer la autopsia oficial. En un primer momento, la policía local dictaminó que la muerte del cantante se debía a una sobredosis de drogas. Sin embargo, su madre, Jane Carter, pide una investigación en profundidad y sostiene que su muerte fue en realidad un homicidio.
Jane Carter ha publicado en su cuenta de Facebook una serie de fotografías de aquel 5 de noviembre del baño de la casa de Aaron, lugar en el que se encontró el cuerpo sin vida de su hijo, para llamar la atención de una investigación que aún sigue en curso. “Todavía estoy tratando de conseguir una investigación real por la muerte de mi hijo Aaron Carter. Nunca lo trataron como una posible escena del crimen por su pasado con las adicciones”, ha escrito Jane en la red social.
Unas imágenes que muestran la bañera (con un reborde mohoso) donde murió el cantante llena de agua de un color verdoso, unas toallas esparcidas por el suelo, la ropa del joven y más restos sin identificar. Las fotografías no fueron tomadas ni por ella misma ni por la policía, sino por alguien más que entró en la habitación, algo que completa la hipótesis de Jane de que la escena del crimen pudo ser alterada: “Mirad las fotos, no las tomó la policía, pero dejaban entrar y salir a la gente”.
La madre del cantante cuenta con el apoyo de familiares y amigos, según ella misma escribe en la publicación, para poder publicar estas fotografías. En las primeras investigaciones, las autoridades no encontraron agua en los pulmones —lo que habría demostrado que el artista murió ahogado— por lo que se centraron en la hipótesis de una supuesta sobredosis. Con las imágenes, Jane Carter quiere demostrar que la policía no hizo su trabajo correctamente. “Aaron recibía muchas amenazas de muerte de personas que le estaban haciendo la vida imposible”, argumenta Carter en la publicación, aunque sin dar nombres.