Esta cuarentena por el Covid-19, le quitó la mitad de su libertad a Miroslava Morales, pero siempre hay consuelo para todo.
La actriz aún no puede creer que ya tengamos un mes encerrados en casa, y se siente como una pantera enjaulada. Extraño ver a mis padres los fines de semana, estar en Santa Ana con mi equipo de @mibarrio507 y mis pelaos, viajar en avión, subirme a un metrobús, al metro, pasear en moto y caminar buco (sí, soy bien pata e perro).
Pero bien dicen que Dios aprieta pero no ahorca y ha sabido verle el lado positivo a esta crisis mundial que amenaza con la salud de todos.
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Pero me consuela escuchar la tanda de los pájaros todos los días y a todas horas, desde mi balcón disfruto ver las estrellas más brillantes que nunca (eso no pasaba en la ciudad), y me conmueve saber que están saliendo animales a las calles por la ausencia del ser humano, entonces... ya no me duele tanto estar encerrada, les toca a ellos disfrutar lo que nosotros le hemos prohibido: su libertad; yo sí conviviría tranquilamente con ellos, medítalo, destacó A ella el amor de Dios la mueve, por eso estuvo repartiendo comida en Santa Ana.