Miss Portugal 2023, Marina Machete, busca desmitificar prejuicios sobre colectivo Trans
A la modelo de 28 años le gustaría que todos entiendan sobre la inclusividad y de la diversidad del ser humano.
La asistente de vuelo lusa Marina Machete ha hecho historia en apenas un mes al convertirse en la primera mujer trans Miss Portugal y la primera en entrar en el top 20 de Miss Universo, una hazaña que quiere usar como plataforma para visibilizar la diversidad y “desmitificar” los prejuicios sobre su colectivo.
“Hay mucho trabajo que hacer a nivel social, porque hay que utilizar esta plataforma que me han dado para lanzar un mensaje de inclusividad, de la diversidad del ser humano”, afirma Machete en una entrevista.
En un fluido español, perfeccionado tras años de trabajo como asistente de vuelo y después de vivir en República Dominicana, cree que es necesario que haya más leyes que protejan los derechos LGTB en todo el mundo y no solo en la Unión Europea, lo que debe ir de la mano de una concienciación social, porque “todavía hay mucho trabajo por hacer”.
Vestida formal, con el pelo recogido en un moño y con la banda que la reconoce como Miss Universo Portugal, esta mujer de 28 años y originaria de la pequeña pedanía lusa de Aires, en el municipio de Palmela (distrito de Setúbal), ha recorrido un largo camino para llegar a la cima de los concursos de belleza y ser un referente del colectivo transgénero.
El comienzo “fue difícil”: Con 12 “ya vivía como una niña” tras habérselo dicho a su abuela, que desde siempre había intuido que lo era, y a sus padres, a los que les llevó más tiempo aceptarlo.
En la escuela sufrió acoso. A los 17 años decidió mudarse a Lisboa, una ciudad más grande y donde estudió para formarse como auxiliar de vuelo.
En 2016, con 21 años, participó en la preparación de la Ley de Identidad de Género que el Parlamento luso aprobó más tarde, que bajó la edad legal para el cambio de sexo en el registro civil a los 16 años y que exige a los menores que incluyan un informe médico.
La discriminación
Tras esta trayectoria, asegura que hace años que ya no sufre discriminación en su trabajo, aunque sí que ha vuelto a experimentarla con el impulso de su carrera en el mundo de los concursos de belleza.
Dos de los casos más sonados han implicado a dos comentadores televisivos portugueses, que debatieron sobre su género y sobre si serían capaces de casarse con ella, después de ser elegida Miss Portugal; y a un ‘youtuber’ salvadoreño, quien, durante una emisión en directo antes de la gala final de Miss Universo en El Salvador, desvió la cámara cuando vio aparecer a Machete.
“Pasó alguien que no querían ver”, fue como lo justificó.
A Machete estos incidentes no le hacen retroceder y, a su juicio, evidencian que es necesario “un avance en los derechos” y “enseñar” al mundo que la diversidad “es variada y grande”.
Aceptar “con el corazón”
Para ella es importante crear referentes, como lo ha sido en su vida la española Ángela Ponce, quien fue la primera candidata trans en participar en la historia de Miss Universo en 2018.
Machete planea volver en las próximas semanas a su trabajo como asistente de vuelo y compaginarlo con su labor como Miss Portugal, al tiempo que defiende los derechos LGTB, tanto en su país como en el extranjero.
“Hay en partes del mundo en los que todavía es difícil no solo por la parte legal, sino por la parte cultural, de humanizar personas que nacieron con disforia de género y que están simplemente intentando vivir su vida de diferentes formas”, explica con seguridad en sus palabras.
Si pudiera elegir le gustaría visibilizar la situación del colectivo trans en América Latina, aunque también ve necesario ese trabajo en otros continentes, como Asia y África, además de fomentar la concienciación social.
“Puede haber protecciones legales -admite-, pero si no hay voluntad y no hay aceptación en el corazón de las personas, nadie, nadie, nadie se va a sentir en el día a día aceptado”.