Tras más de un año y medio luchando contra el cáncer, la niña mexicana fanática de Harry Potter Gisel García Fomperoda, mejor conocida como Gigi, falleció debido a la leucemia linfoblástica aguda (LLA) que padecía.
El caso de la pequeña se hizo visible a mediados de enero luego de que el actor británico Daniel Radcliffe, quien encarna a Harry Potter en el cine, le enviara un saludo y cumpliera uno de los mayores sueños de la menor.
En la tarde del domingo su familia informó el deceso de la pequeña a través de la página de Facebook "Todos con Gigi" la cual crearon con el fin de dar a conocer su caso y recaudar fondos para pagar el tratamiento de la enfermedad.
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No esperaban el fallecimiento
"Hoy trasciende una guerrera, princesa, rockera, bailarina y pintora. Hoy la pequeña Gigi ganó la guerra, por que cada día feliz era un día ganado", dice la publicación.
La muerte de la pequeña, de cuatro años, se dio de manera repentina pues en días anteriores la familia había reportado progresos cuando, al terminar un ciclo de quimioterapia, Gigi registró 0 % de células malignas en la sangre periférica.
Gigi fue ingresada en 2017 a la clínica 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en el céntrico estado de Morelos, donde se le hizo una transfusión de sangre y plaquetas.
Debido a su delicado estado de salud dos días después fue trasladada al hospital de pediatría del Centro México Siglo XXI en Ciudad de México, donde fue diagnosticada con leucemia y empezó a ser tratada con quimioterapia, por lo que para marzo de 2018 había logrado controlar su enfermedad.
Sin embargo, en agosto de ese año recayó y los médicos encontraron que el cáncer estaba en 90 % de su médula, por lo que tuvo que reiniciar las quimioterapias.
Desde entonces, el cáncer persistió en 25 % y fue sometida a un nuevo tratamiento.
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Luchó hasta el último momento
Pero el pasado 11 de enero, tras un aspirado de médula, se encontró no solo que no se controló la enfermedad sino que el cáncer se encontraba avanzado en un 70 %.
Entonces los padres de la pequeña solicitaron al Centro Médico Siglo XXI que permitieran llevarla a un hospital en Estados Unidos con el fin de probar otra alternativa y ver si era posible curar la enfermedad.
No obstante, el organismo les negó esa posibilidad pues aseguraron que no podían referir a la niña a otro hospital, y menos a otro país.
Los restos de la menor fueron llevados ya a su natal Cuernavaca en el estado de Morelos.