Pamela Anderson compartió detalles íntimos y transformadores de su vida en su última autobiografía llamada “Love, Pamela. A Memoir of Prose, Poetry, and Truth”. En ella habla de todo su camino hacia el estrellato. Comparte sobre su explosión mediática, viajes, presentaciones, en las que ella destaca una que tuvo como destino Buenos Aires, Argentina.
De acuerdo a Anderson, ese representó un momento crucial, ya que durante su estadía en Buenos Aires conocería a un hombre de 80 años que, de acuerdo con lo que recupera su memoria, la guió paso a paso mientras bailaban toda la noche juntos. De esa noche recordó sin vueltas: “Fue una de las experiencias más sensuales que he tenido. Me cambió y nunca lo olvidé”.
Anderson dijo que la suavidad con que el hombre la tocaba la dejó “sin aliento” y que ser tratada por un “verdadero hombre” era “algo que nunca había sentido” antes, sumado a otra serie de confesiones atrevidas, entre lo que se destaca lo vivido en una cama de hospital en la embajada de Ecuador en Londres con Julian Assange, a quien calificó de “juguetón”.
La exconejita “Playboy” incluso destacó que casi se casó con el fundador de Wikileaks después de una noche de borrachera juntos.
La intensidad y peculiaridad de estas vivencias reflejan la vida llena de contrastes y aventuras de Anderson, cuyas memorias se sumergen en el espectro completo de su experiencia humana, como el hecho de casarse seis veces con cinco hombres diferentes -con uno de ellos se casó dos veces- y cuya vida sexual fuera parte de los titulares de los medios del mundo durante muchos años durante la década de los 90 y los 2000.
En su reciente autobiografía, la actriz también discutió sus matrimonios, uno de los cuales solo duró dos semanas, y confesó: “Los hombres son mi perdición y he probado todo tipo de ellos. El denominador común soy yo”. También confesó que, en su historia con Tommy Lee, “pudo haber sido la única vez que estuve verdaderamente enamorada” y que “por el resto de su vida”, cada otra relación “palideció en comparación”.