Para que vean que cuando uno lee o escucha que una persona fue abusada sexualmente de inmediato cree que se trata de una violación. De hecho, las palabras abuso sexual y violación sexual parecen sinónimos, pero no lo son y esto nos quedó más que claros luego de que publicáramos que la presentadora de TV, Piky Zubieta nos había revelado que la terapia la había ayudado "a lidiar con una violación sexual infantil y un acoso".
Piky nos contactó muy preocupada por el término que habíamos usado en la portada: "violación sexual no es lo mismo que abuso sexual, lo que a mí me pasó desde muy pequeña por muchos años fue abuso sexual, pero no violación, porque no hubo penetración, o sea, Shanyda, a mí me hicieron de todo, pero nunca hubo penetración".
Su familia quedó consternada, afligida y ella también, por lo que decidimos hacer esta noticia para aclarar, no solo por Piky, sino porque es necesario saber las diferencias entre ambas.
Zubieta nos aclaró que para ella es un tema muy difícil: "si te digo que lo superé del todo te miento, eso es muy difícil, he aprendido a lidiar, por eso siempre digo que soy sobreviviente". Todo esto la estremeció cuando su pequeña llegó a la misma edad que ella tenía cuando comenzó el abuso. Ese fue el detonante que la llevó a buscar especialistas para aliviar la ansiedad que le producía. Por eso, el tema del acosador le pegó aún más fuerte.
Diferencias entre abuso sexual y violación sexual
Tanto violación como abuso sexual son ambos delitos sexuales tipificados y penados por ley, que pueden causar a sus víctimas grandes perjuicios y secuelas físicas y psicológicas, temporales o permanentes.
En ambos casos se observan comportamientos de tipo sexual y agresivo que se llevan a cabo sin que una de las partes consienta. Los efectos psicológicos que tiene la vivencia de este tipo de actos son de amplio alcance en el tiempo.
Violación
Se entiende por violación la realización del coito o acto sexual llevado a cabo mediante la fuerza o intimidación, no consintiendo una de las partes implicadas o no disponiendo de los medios para ser capaz de consentir (por ejemplo, por habérsele suministrado drogas o por estar en un estado alterado de conciencia).
Además, el concepto de violación supone la existencia de penetración, pudiendo ser vaginal, anal o bucal. En los dos primeros no es necesario para ello que la parte agresora utilice los genitales, siendo también violación cuando se penetra con otras partes del cuerpo o incluso objetos.
Por lo general la violación se produce mediante el uso de la violencia, siendo un acto de agresión sexual en el que se produce contacto físico. El objetivo del o de la atacante pueden ser múltiples, no precisando que sea el de obtener gratificación sexual. De hecho, a menudo el agresor busca satisfacer su necesidad de poder independientemente, empleando el sexo como elemento de dominación de la víctima.
Abuso sexual
El abuso sexual hace referencia a todo acto llevado a cabo por una o varias personas y que supongan la limitación de la libertad sexual de otra u otras sin que éstas últimas consientan o puedan/tengan capacidad para consentir. Como abuso que es, requiere que la parte atacante haga uso de alguna característica, poder o situación que ponga a su víctima en desventaja. No se emplea la violencia física (en cuyo caso estaríamos ante una agresión sexual), pero el abusador emplea la manipulación, engaño, sorpresa o incluso coacción para conseguir sus objetivos.
Son múltiples los actos que suponen un abuso sexual: toqueteos, masturbaciones, acoso, obligar a alguien a observar la realización de actividades de índole sexual o forzar a la víctima a mostrar su cuerpo valiéndose de una posición de superioridad son ejemplos de ello. El más prototípico son los toqueteos. Algunas parafilias como el frotismo o el exhibicionismo se podrían considerar como tal.
También se incluye como abuso sexual el hecho de realizar actividades forzadas o en contra de la voluntad de la parte afectada aún cuando haya accedido a mantener relaciones sexuales voluntariamente.