El libro de memorias del príncipe Harry, "Spare", ha causado revuelo a nivel mundial por las fuertes declaraciones en las que su mala relación con William de Gales se han convertido en las principales protagonistas. Pues los conflictos no sólo incluyen una fuerte pelea a golpes en la que el duque de Sussex terminó con heridas en la espalda por defender a su esposa de su propio hermano, sino también por su confesión constante de siempre haber sido el "repuesto" si algo malo le pasaba al heredero al trono.
Por supuesto esta versión de ser el repuesto es lo que más ha llamado la atención y dividido la opinión del público; sin embargo, una nueva revelación fuera de los miembros de la familia real demostraría que sí sufrió de injusticias y diferencias desde su infancia. De acuerdo con Paul Burrell, quien fue el mayordomo de la princesa Diana y madre de los príncipes, la supuesta rivalidad entre Harry y William inició desde que eran niños con una clara preferencia hacia el primogénito de los Gales y uno de los momentos más controversiales incluyó un par de salchichas.
En una entrevista con The Sun el mayordomo recordó que ese sentimiento del hijo menor de Lady Di de "sentirse menos" que William pudo haber surgido con temas tan simples como un desayuno. A sus 64 años, Burrell recordó que "a veces" presenció la rivalidad que iba surgiendo entre los príncipes a causa de sus roles dentro de la Familia Real Británica. Uno de los momentos que eligió para expresar fue una ocasión en la que una diferenciada cantidad de salchichas para comer despertó la molestia de Harry: "¿Cómo es que él tiene tres?", preguntó.
Durante su explicación el mayordomo indicó que viendo hacia el pasado se da cuenta que "estaba vislumbrando la dinámica en juego". Por otro lado, recordó que el hijo de Lady Di sólo se limitaba a soportar las diferencias, una clara diferencia de la actitud rebelde que ha desarrollado el esposo de Meghan Merkle, quien ha revelado los secretos más fuertes de los royals británicos.
"Harry se quedaría callado y aguantaría, pero eso era lo que tenía que enfrentar incluso en su propia casa", apuntó Burrell.
Por supuesto, descartó que la rivalidad entre los príncipes siempre se diera de esta forma, pues también "fue testigo de un profundo vínculo de hermandad entre la pareja cuando eran niños", misma que ha cambiado radicalmente a la personalidad que tiene actualmente el duque de Sussex. Además, sobre las recientes confesiones que el nieto de Isabel II ha hecho tanto en su documental con Netflix como en su libro, ahora el mayordomo sólo aprecia "un hirviente resentimiento hacia su hermano y a la institución", pues esta última siempre puso a William encima suyo.
Finalmente, el hombre afirmó que el hijo de Carlos III "perdió el rumbo" y que ante su mirada luce irreconocible, aunque "está atacando desde su posición" ante las heridas y el enojo que siente por ser el supuesto repuesto de la monarquía británica. Lamentablemente, recordó que es diferente a su madre, la princesa Diana, quien nunca quiso destruir a la institución, mientras que Harry sí y "lastimando a mucha gente en el proceso".
“Sé que la reina estaba molesta en los meses previos a su muerte y preocupada por las acusaciones que le llegaban al otro lado del Atlántico”, explicó.