Dos días. Ese es el tiempo que ha tardado en encontrar comprador la mansión donde residió los últimos años de su vida Lisa Marie Presley. La propiedad llegó al mercado siete meses después de la inesperada muerte de la hija del rock a la edad de 54 años a causa de una obstrucción del intestino delgado. Era tan solo hace unos días cuando conocíamos finalmente que la causa de la muerte de la cantante vino derivada por una operación que se realizó para acabar con la obesidad mórbida.
La casa de estilo chateau francés tiene seis dormitorios y siete baños y está situada cerca del punto más alto de Mont Calabasas Estates, que es una exclusiva comunidad californiana de vecinos con vigilancia 24 horas y muy apreciada por las celebrities, según rezaba el anuncio de la inmobiliaria que gestionó la venta. Como curiosidad, la familia que ha adquirido la casa por 4,6 millones de dólares, no sabía quién había sido su famosa última propietaria.
Con una extensión de 690 m2, la propiedad cuenta con hermosas vistas de las colinas y se encuentra al final de una calle sin salida. La mansión recientemente renovada dispone de varios espacios de entretenimiento, incluyendo un cine en casa, cocina con electrodomésticos de vanguardia y una sala de descanso con bar y chimenea. Además de una piscina, el patio trasero incluye un jacuzzi y una barbacoa.
El dormitorio principal de la casa tiene dos grandes vestidores para sus afortunados propietarios y una sala de yoga contigua. Para redondear los lujosos servicios hay un garaje para tres coches que se completa con un ascensor automático que puede contener un cuarto vehículo.
La noticia de que la casa había salido al mercado y su posterior venta llega pocas semanas después de que la hija de Lisa Marie, Riley Keough, y su madre, Priscilla Presley, llegaran finalmente a un acuerdo sobre la herencia de la difunta actriz y cantante tras una larga y agria batalla judicial.