El hecho de que la reina Isabel II use un bastón para caminar es bastante comprensible, pues a sus 95 años es lógico que requiera de esta asistencia, pero es justo ese detalle lo que ha causado admiración, pues esta es la primera vez en muchos años que la reina recurre a esta ayuda.
Vestida con un conjunto azul marino con sombrero a juego, como es su costumbre, el broche ruso (zafiro cuadrado y un diamante, rodeado de diamantes más pequeños) que heredó de su abuela la reina María en 1953, y con su “nuevo accesorio”, así llegó este martes a la Abadía de Westminster, acompañada de su hija, la princesa Ana de 71 años, para ser parte del servicio de Acción de Gracias para conmemorar el centenario de la Legión Real Británica (RBL), conformada por miembros de las Fuerzas Armadas, veteranos y sus familias.
El Palacio de Buckingham informó que la reina Isabel decidió usar el bastón para su propia comodidad, aunque medios como Mail Online dicen que puede tener más que ver con los adoquines a la entrada del lugar, para así evitar cualquier incidente. Además, fue notorio que esta vez la monarca llegó a su lugar usando un camino más corto. En lugar de entrar por la Gran Puesta Oeste como siempre, esta vez lo hizo por Poet's Yard.
Su hija estuvo en todo momento al pendiente de ella durante el servicio, dirigido por el Reverendísimo Dr. David Hoyle, Decano de Westminster, excepto cuando se paró para dar una lectura.
Y, aunque a muchos sorprendió verla por primera vez con un bastón, lo cierto es que ya antes se había dejado ver en público con uno, específicamente hace 17 años.
En aquel entonces Isabel II tenía 78 años y el motivo fue la cirugía de rodilla a la que fue sometida en 2003. Fueron un par de ocasiones en las que fue fotografiada usando este apoyo, en 2003 y 2004, pero desde entonces no lo había requerido, al menos no frente a las cámaras.