Roberto Cavalli se convirtió en padre por sexta vez a los 82 años
El diseñador italiano y su pareja, la sueca Sandra Nilsson-Bergam, han dado la bienvenida a un niño al que han llamado Giorgio.
La edad es solo un número en el calendario. Nunca es tarde para felices acontecimientos y éste es un buen ejemplo.
Roberto Cavalli (82 años) ha anunciado que ha sido padre de nuevo junto a su novia, la joven sueca Sandra Nilsson-Bergam (38). El nacimiento del pequeño se produjo hace una semana, pero ha sido ahora cuando el prestigioso diseñador italiano lo ha comunicado en una entrevista concedida a la revista italiana Novella 2000.
"Le he llamado Giorgio en honor a mi padre, que fue fusilado por los alemanes en julio de 1944 en un asalto a Castelnuovo dei Sabbioni. Era topógrafo, trabajaba en una mina del Valdarno. Yo no volví a hablar hasta los 18 años. Pero la vida ha sido amable conmigo y he sido recompensado... por todo", explicó Cavalli reconociendo que él no tuvo una infancia fácil. Añadió además que tanto la madre como el niño se encuentran en perfecto estado de salud.
El bebé llega para incorporarse a una gran familia, ya que el modisto es padre de otros cinco hijos fruto de dos matrimonios fallidos. Tommaso y Cristina, los mayores, los tuvo con su primera mujer, Silvanella Giannoni, con quien estuvo casado diez años y de la que se divorciaría en la época de los 70. Robert, Rachele y Daniele son fruto de su segunda boda con Eva Düringer, una antigua miss con la que se casó en 1980 después de una larga relación.
Ella, exmodelo de Playboy, comenzó a ganar títulos de belleza siendo solo una adolescente y se alzó con el reconocimiento como Miss World Bikini Model, Miss EU, y Miss Hawaiian, además de ser nombrada la mujer más bella de Suecia, en 2006.
Cavalli, uno de los diseñadores italianos más aclamados de las últimas décadas, alcanzó la cima del mundo de la moda entre los años 90 y principios de los 2000, cuando vistió en la alfombra roja de Hollywood a famosas como Cindy Crawford (57) o Charlize Theron (47). Se apartó de la marca de moda que lleva su nombre vendiéndola a un grupo inversor en 2014, año en el que la firma registró unas perdidas de 12 millones de euros pese a su facturación de 210 millones.