Samy Sandoval está muy agradecido con Dios porque a diferencia del año pasado, ayer terminó su gran Amanecida de Los Uveros, en Penonomé, con un delicioso sancocho y no en el hospital con un gran dolor en la espalda. ¡Amén!
Comió delicioso tras el baile
Tras el tradicional y maratónico baile de los hermanos Sandoval, el acordeonista llegó a su casita para recuperar fuerzas con un sancocho de gallina de patio, calientito y hecho a leña. El patrón bajó de la tarima después de las nueve de la mañana, pero allá continúo la rumba con sus músicos y Edisson Moreno, quien lo reemplazó.
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"Los Uveros es impresionante la gente que asiste, la gente es muy eufórica y la gente siempre va, están comprometidos con esa Amanecida, no sé cómo hacen con el trabajo, pero cada vez es más grande".
Metas para 2019
Esperemos que este año Dios nos trate tan bien como el 2018. Según el tipiquero ya habían pasado más de 12 horas desde que empezó el fiestón en Los Uveros y la gente estaba fresquecita, con ganas de más baile. "Si uno les sigue la corriente le dan vuelta al reloj", aseguró.