Oye, y como ayer fue jueves de #TBT el que subió su fotografía a redes sociales fue Samy Sandoval. ¡Ajá! Pero no fue cualquier foto, porque la misma fue tomada en el año 2000, o sea hace casi 19 años. ¡Chuzo, buco tiempo atrás!
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El pie de la foto dice: "Hace 18 años (Año 2000). Se buscaba reflejar que la música típica propia del hombre que vive en el campo también podía ser la música que identificara a todos los panameños. Era lo que se comenzaba a vivir en esa época: la música típica llegaba a la Ciudad sin olvidar sus "raíces". Hay muchas anécdotas con esa toma de fotos. Como que llovió y el camino se puso intransitable y nos tuvimos que quedar a dormir y no habíamos llevado de nada. Inventamos para cenar plátanos chinos con té de hoja de naranjo hecho con agua lluvia", explicó el acordeonista.
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Pero lo que más llamó la atención de esta foto fue cómo lucía, el acordeonista, quien aparece con bigotes y se ve de mucho más edad. ¿Qué?
Sí. Hablamos con él porque los comentarios se desataron en redes, diciéndole que él es como el buen vino, entre más viejo, mejor o entre más añejo, es mejor. ¡Humm!
"Bueno sí, la gente dice eso en los comentarios, que me veía más viejo que ahora, pero yo pienso que fueron los bigotes, eso era lo que me hacía ver más viejo", explicó.
Samy destacó que en ese entonces tampoco hacía ejercicios, solo le bastaban los movimientos que hacía mientras tocaba. ¡OK! "No movía nada, el únco ejercicio que hacía era tocar el acordeón, que bastante era, pero no hacía pesas ni nada de eso. Esas fueron las diferencias", dijo.
Y es que él está clarito que la edad viene bajando, pero siempre hay que tratar de luchar contra ella. ¡Así es papa!
¿Cuál es el secreto de Samy?
No tiene. Fíjense que el hermano de Sandra Sandoval solo come sano, aunque de vez en cuando come lo que sea. "Hago ejercicios y como sano, eso es", aclaró.
Y para quienes se preguntan por el dolor de espalda que le pegaba a veces, la siática, nos contó que está bien controlada, que todas las semanas va a sus terapias para que nada malo le pase. "Ya no puedo ser el mismo Samy de hace años, que se agachaba con el acordeón pa' aquí ni pa' allá. Ya no me molesta", contó.