Una vez más queda demostrado que el amor llega cuando menos lo esperas.
Para muchas parejas en la actualidad, el tema del matrimonio es un verdadero tabú, pero para otras el hecho de decir sus votos y unirse en uno solo, lo es todo.
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Esta es la historia de Delfido Antonio Mosquera y Susana Olaverri Umaya, quienes decidieron unir su amor en sagrado matrimonio en el Mcdonald's de San Miguelito. ¿Cómo así?
Aunque algunos buscan un lugar tranquilo y mágico, hay quienes prefieren un lugar diferente al resto, para que así surja la verdadera magia del amor.
Día a Día conversó con la señora Susana y esta nos contó que a sus 47 años encontró otra vez el amor y decidió dar el sí, ante un darienita de 67 años, el pasado 16 de noviembre.
Según nos cuenta Olaverri, su historia empezó en la estación del Metro de San Miguelito, un día como cualquier otro, que ella no tenía tarjeta para pasar y abordar el tren. Fue así como conoció al señor Mosquera y desde ese momento se encendió la llama.
El destino les dio una nueva oportunidad de amar
"Tenemos nueve meses de conocernos y tomamos alrededor de tres meses para preparar la boda. Cuando hablamos del tema, él me preguntó qué me gustaría y yo le sugerí los lugares. Un día me dijo que me tenía una sorpresa y era nada más y nada menos que el lugar, un Mcdonal's para casarnos. La idea de ese lugar surge con el fin de que fuera un lugar diferente, que no se haya visto para esto, tanto a él como a mí, nos gustan las cosas diferentes, si a muchos les gusta blanco, a nosotros arrugado", resaltó la feliz esposa.
Para la señora Susana, no fue nada fácil y es que entre el tema de los abogados y la empresa, hubo que pedir muchos permisos, pero al final se logró.
"Nosotros alquilamos el local y estos nos adornaron la sala".
Añadió que muchos de sus invitados venían del interior o de La Chorrera y que mejor que San Miguelito, una área céntrica y segura para que todos llegaran.
"Desde el momento que nos conocimos nos seguimos hablando, luego de unas semanas salimos a cenar, nos entendíamos y empezamos a salir. Al mes y medio ya vivíamos juntos y cuatro meses después ya estábamos planeando la boda. Nosotros vivimos en Santa Librada y mi hijastra me arregló y me puse la pollera, porque lo único que pidió mi esposo fue que usara el traje nacional de su país, yo soy de Costa Rica. Un día me dijo que me fuera a medir el vestido y cuando lo vi, era una hermosa pollera, elaborada para mí. Así una vez arreglada, tomamos un taxi hasta la Estación del Metro de San Isidro hasta San Miguelito. Al llegar a la ceremonia todos nos tomaban fotos. Bailamos un vals y una bachata".
Para los curiosos, Olaverri contó por qué un lugar de comida rápida y de niños.
"En Costa Rica, yo trabajaba al lado de un Mcdonal's, siempre llevaba a mis hijos a ese lugar. Tengo tres hijas, un hijo y dos nietos. Ese lugar era parte de nosotros, es un lugar especial y que me recuerda siempre la niñez de mis hijos".
También nos reveló que ella tenía todo para regresar a Costa Rica, luego de cinco años de estar en Panamá y no haber encontrado nada, pero al parecer el destino le tenía preparado algo, porque al final todo fue amor a primera vista.
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El señor Mosquera también es padre y tiene a sus hijos grandes, pero esto fue una nueva oportunidad de amor para ambos.
Susana manifestó que aunque solo pudo venir su hijo más pequeño a la boda, las fotos les fueron enviadas al resto de sus familiares y todos les desearon buena suerte.