La querida exreina de belleza Sheldry Sáez dio la bienvenida a su bebé Bruna Angelina el pasado 12 de marzo, y a través de sus redes sociales compartió un emotivo y valiente testimonio sobre cómo vivió el nacimiento de su hija, destacando la importancia de valorar tanto el parto vaginal como la cesárea.
Sáez comenzó relatando que nunca tuvo una preferencia clara sobre el tipo de parto que deseaba, pero que debido a una condición médica conocida como Síndrome vasovagal, que provoca desmayos ante dolores intensos o emociones fuertes, siempre tuvo en mente los posibles riesgos de un parto vaginal.
A pesar de eso, tras consultar a varios especialistas y entender que su condición no era una contraindicación directa para el parto vaginal, ella y su esposo se ilusionaron con la idea de tener un parto natural, apreciando los beneficios para la bebé y la belleza del proceso.
Sin embargo, su Bruna Angelina tenía otros planes. Aunque se colocó en posición cefálica en la semana 32, nunca llegó a encajarse, y debido a su tamaño y posición, los médicos le dieron dos opciones: inducir el parto o realizar una cesárea.
Finalmente, Sheldry decidió optar por la cesárea, interpretando la situación como una señal de Dios.
"¿Por qué forzar un parto vaginal que desde el inicio me asustó por el riesgo de desmayarme en plena labor? ¿Y si Dios me estaba salvando de algo?", expresó.
Aunque la cesárea no ha sido un camino sencillo y ha enfrentado algunos episodios de vasovagal incluso tras el nacimiento, Sheldry se mostró profundamente agradecida con el equipo médico, las enfermeras y su familia, quienes la acompañaron en los momentos más difíciles, especialmente cuando su presión llegó a descender hasta 50/10.
Con su mensaje, Sheldry busca romper con los prejuicios que a veces existen en la sociedad sobre la cesárea: "En una sociedad que muchas veces menosprecia la cesárea, les imparto mi testimonio de cómo viví el nacimiento de mi bebé. Ninguna de las dos es fácil. ¡Fuerza, mamás!".