¡Un logro esperado! El problema de salud mental que alejó a Brendan Fraser del cine durante 20 años
Fraser ha estado dos décadas alejado de los escenarios y centrado en su salud mental. Se ha curado de la depresión y es un ejemplo de superación, pero poco recuerda a aquel joven risueño de hace 20 años.
Brendan Fraser acaba de ganar el Óscar como mejor actor principal por su interpretación en "La ballena" de Darren Aronofsky. El actor partía como favorito aunque no lo tenía fácil porque competía con Austin Butler por "Elvis" y Colin Farrell por "Almas en pena en Inisherin".
Más allá del descomunal papel que interpreta Fraser en la película y de la lectura puramente cinematográfica, este premio tiene también una carga emotiva por la situación personal de quien lo recibe. Fraser había sido un actor de éxito por películas como "La momia", pero fue víctima de agresión sexual, cayó en el ostracismo y ha tardado 20 años en superar totalmente una depresión grave.
El actor es el vivo ejemplo de que es posible superar los traumas y de que la vida puede deparar segundas grandes oportunidades, aunque oyéndole hablar se intuye también la huella que ha dejado el daño sufrido.
Brendan Fraser, de 54 años, se dio a conocer en la década de 1990 y principios del 2000 por películas como "La momia" y "George de la Jungla", pero poco después desapareció del mapa y ha estado durante años luchando contra la obesidad y la depresión.
Según ha reconocido él mismo, las causas que influyeron en ello fueron la agresión sexual sufrida por el entonces presidente de la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood y posterior presidente de los premios Globos de Oro, Philip Berk.
En una entrevista concedida a GQ en 2018, el actor se refirió también a su divorcio, la muerte de su madre y las cirugías a las que se sometió como factores que también hicieron que se alejara del cine.
El actor cayó en una depresión severa. La depresión interfiere en todos los aspectos de la vida de la persona: su capacidad para trabajar y relacionarse con la gente, así como en el sueño o la alimentación, según estudios científicos.
Fraser ha estado dos décadas alejado de los escenarios y centrado en su salud mental. Se ha curado de la depresión y es un ejemplo de superación, pero poco recuerda a aquel joven risueño de hace 20 años.
Sus apariciones públicas relacionadas con su última película "La Ballena" muestran a un Fraser emotivo que se conmueve hasta las lágrimas, como ocurrió después de recibir una ovación de pie de 5 minutos en el Festival de Cine de Londres. Probablemente la labilidad emocional (gran facilidad para emocionarse) es una de las secuelas de la depresión. A pesar de ello, Fraser no deja de ser un ejemplo para todas aquellas personas que han sufrido un trauma y se ven incapaces de superarlo.