¡Un rapidín! La mujer con la que Harry perdió la virginidad rompe su silencio
Sasha Walpole (40 años), que así se llama, ha concedido entrevistas a los medios ‘The Sun’ y ‘Daily Mail’ en las que ha hablado de esto.
Hace ya casi un mes que las memorias del príncipe Harry (38 años) salieron a la luz, y todavía se están generando reacciones. Desde que salió a la venta ‘Spare’, el libro en el que ha lanzado auténticos bombazos, no se deja de hablar de él. Además de hablar de polémicas familiares, el duque de Suessex relata otros episodios que de una forma u otra han marcado su vida. Entre ellos, el momento en el que perdió la virginidad.
Harry habla de este tema sin revelar la identidad de la mujer con la que mantuvo relaciones sexuales por primera vez, pero ella misma se ha identificado. Sasha Walpole (40 años), que así se llama, ha concedido entrevistas a los medios ‘The Sun’ y ‘Daily Mail’ en las que ha hablado de esto.
El momento tuvo lugar en el año 2001, y coincidió con la fiesta de cumpleaños de Sasha Walpole. Ella se ha remontado a este día en el que, según cuenta, lo que sucedió fue “un apasionado juego de solo cinco minutos”. Y ha reafirmado lo que el príncipe Harry cuenta en su libro sobre que el momento fue “poco glorioso”. Sasha ha asegurado que “no me importa que diga eso porque realmente no fue muy glorioso. Estábamos borrachos y teniendo sexo en un campo”. De hecho, ha tachado de precisa la descripción que ha hecho el duque de Sussex sobre su affaire. Lo único que le ha sorprendido ha sido que haya hecho este relato.
Sobre cómo comenzó todo, Sasha Walpole ha asegurado que "estábamos bastante borrachos. Le di un cigarrillo a Harry. Encendí el mío y luego el suyo. Terminamos nuestros cigarrillos y simplemente sucedió. Fue emocionante lo que estaba ocurriendo". Algo a lo que ha sumado que "no fue premeditado y no sabía que era virgen. Parecía saber lo que estaba haciendo”. Además, ha contado que sus amigos seguro que se dieron cuenta de lo que había sucedido en cuanto ella volvió al pub en el que estaban porque “no tenía cinturón y se notaba que volvía un poco despeinada de revolcarme en el campo”.