Estamos en cuenta regresiva para conocer a la sucesora de Carmen Jaramillo, a la nueva Señorita Panamá, y la historia de Valeria Murillo ha sorprendido a muchos, pues es la primera mujer con discapacidad en aspirar a la corona y al título.
Llegar a este punto, para ella no ha sido nada fácil, desde pequeña sufrió del estigma social, pues en su edad escolar la calificaban de "fea" o "poca cosa" por su padecimiento crónico raro en la piel.
Ahora que está a pocos pasos de llegar a su meta de ir a Miss Universo, reflexiona y asegura que "las personas no saben el daño profundo que puede causar un simple comentario. Para mí era una tortura cuando empecé a ir a la escuela nuevamente, llegaba a mi casa queriendo no regresar. Y así se me cumplió... no solo tenía que lidiar con mi padecimiento; también lidiar con los comentarios de los compañeros, las miradas y toda la carga emocional que eso supone".
Incluso mencionó que siempre le cuestionaba a sus padres "¿por qué a mí?", ella no comprendía por qué las personas no comprendían que no era su culpa, así que durante todos esos años de su adolescencia vivía entre llanto y angustia.
De hecho, algunos fueron tan crueles, que un comentario condicionó su vida y su forma de relacionarse, "a ti nadie te va a querer, cómo crees que alguien se va a fijar en una persona enferma". Este suceso la marcó al punto de que pensaba que no era merecedora de absolutamente nada, "mi marca de rechazo era muy profunda y al día de hoy aún batallo con ella".
Tiene un propósito
Pese a todas las dificultades de su condición, sus padres siempre le recuerdan que Dios tiene un propósito para todos, y que "no naciste así por el gusto, tienes una misión de vida?
"Al día de hoy, verme tan completa, tan bella, tan fuerte, me hace saber que todo ha valido la pena... todo el tiempo que le invertí de manera autodidacta a aprender, a encontrarme y cuidarme al punto de vivir 100% encerrada, me han permitido perdonar, encontrar mi propósito vivir intentando y vivir intensamente".
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Valeria asegura que las pernas con discapacidad no solo sufren a base de su diagnóstico sino también de manera psicológica y social.
"Yo decidí romper con eso y esto me ha permitido llegar a donde estoy, para mí estar en Señorita Panamá es la muestra de que todo lo que he pasado físicamente y socialmente no fue en vano".
'Todo lo malo se transforma solo si tienes la firme convicción de que creas que tu paso por este mundo tiene un propósito', aseguró la candidata.