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Vuitton convierte a Campbell y Moss en las reinas de su pasarela más deportiva
La colección no decepcionó a los amantes de la firma, como los futbolistas Neymar o David Beckham, habitual en los desfiles de Vuitton.
La presencia en la pasarela de las "top model" Naomi Campbell y Kate Moss revolucionó hoy en París a los invitados de Louis Vuitton al último desfile del diseñador Kim Jones, que apostó por un estilismo deportivo, en la misma línea que Issey Miyake y Rick Owens. En Louis Vuitton, la atención debía centrarse en la última colección de Kim Jones para la firma, que anunció ayer la marcha del británico tras una colaboración de siete años que ha revitalizado la ropa masculina de la casa francesa con un estilo urbano y fácil de llevar. Sin embargo, la aparición de las modelos Moss y Cambell al cierre de la pasarela, dentro de la Semana de la Moda Hombre de París donde se presentan las colecciones para el próximo otoño-invierno, levantó al público en una ovación que convirtió la despedida de Jones en una fiesta. Vestidas con una gabardina estampada con el famoso logo de Vuitton, las británicas salieron de la mano del diseñador, que aún no tiene sustituto y que podría -según el portal especializado Business of Fashion- convertirse en el nuevo diseñador de Burberry. Antes de este gran final, la colección no decepcionó a los amantes de la firma, como los futbolistas Neymar o David Beckham, habitual en los desfiles de Vuitton y que acudió junto a su esposa, la diseñadora Victoria Beckham. Una propuesta más deportiva que nunca con ropa todoterreno para adaptarse a los nuevos tiempos sin olvidar la herencia centenaria de la firma: accesorios transformados, con mochilas en colores fluorescentes y bandoleras "monogram" con remaches de titanio, inspiradas en los míticos baúles de viaje de Vuitton. Las bermudas y chaquetas impermeables fueron el eje central de Vuitton, con mallas a modo de pantalones y cazadoras metalizadas. Además del "monogram", el logo más histórico de la casa, incluido en forros y pantalones, destacaron en los estampados una serie de fotografías tomadas desde un helicóptero en Kenia, que colorearon las prendas en tonos tierra, burdeos y oliva, el "ADN de Louis Vuitton", según Jones. También el desfile de Rick Owens tuvo una estética atlética con chaquetas cortadas en varias capas, que dejaban entrever el torso masculino, maxiabrigos de tipo plumón y los pantalones vaqueros a media pierna y sin coser, convertidos en faldas y combinados con deportivas. El violento sonido de la música "techno-terror" que el diseñador dice escuchar cuando "la frustración y la impaciencia le superan" contrastaba con una potente iluminación, más a juego con una colección inspirada en el mito de Sísifo. Las capas y mantas de la Grecia clásica se reconvirtieron en prendas modernas, aptas para los urbanitas más excéntricos, como un pantalón tipo cargo en franela, que se alza por la cintura como una faja, la pieza estrella de la colección. Destacaron también los zapatos, unas llamativas botas estilo militar con una anchísima suela de goma, en color negro o transparente. Para Issey Miyake, el "look" deportivo debe adaptarse a la ciudad y, si es posible, a la oficina: pantalones chinos y de pinzas combinaron con chaquetas americanas de cuello mao e impermeables de colores, en llamativos tonos verdes y rojos. En los accesorios, destacaron las zapatillas blancas y los mocasines negros y unos enormes bolsos de tela resistente al agua, que cuelgan del hombro o se atan a la cintura. "Normalmente me inspiro en la naturaleza o en viajes pero esta vez quería hacer un diseño que tome la energía de nuestro día a día", dijo a Efe Yusuke Takahashi, director creativo de la línea masculina. Takahashi no quiere que su público deba adaptarse a la pasarela, sino que sean sus diseños los que vistan a hombres que buscan encontrar su propio estilo, sin caer en la extravagancia.
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