Que un niño o niña asuma actitudes relacionadas con su sexualidad, que no van de acuerdo con su edad, y que encima sean alentadas y aplaudidas por los adultos, es un riesgo al que se le denomina hipersexualización de la infancia.
“La hipersexualización es la acción de dar gran relevancia a las características sexuales, es darle a alguien un significado sexual -en este caso a los niños y niñas-, exaltar características sexuales a una edad inapropiada, sabiendo que en la adolescencia estas características toman relevancia por el propio desarrollo sexual que atañe a esta etapa del desarrollo humano”, explica la psicóloga clínica Yaniselly Quintero Nelaton.
La especialista, quien forma parte de la Fundación Unidos por la Niñez (FUN), sostiene que con el fenómeno de la hipersexualización existe un gran peligro para el desarrollo del autoconcepto, pues niños y niñas crecen comparando su apariencia y desarrollando una autoimagen y valía personal que no va acorde con los modelos de comparación, por obvias razones.
Aduce que uno de los mayores riesgos es que, al existir esta comparación, se asigna un valor según cómo se vean: “me veo como él o ella, valgo tanto como él o ella” y lo mismo en el sentido contrario.
Consecuencias
“Adelantarle pasos a los niños no es más que robarle su integridad a edad temprana”, dice la también psicóloga clínica Lizmaineth Hernández, quien recomienda llevar a los niños sobre su edad y su capacidad cognitiva para garantizar un desarrollo psicosocial acorde sin ir más allá de lo debido.
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Y es que, a nivel psicológico “muchas veces generamos patologías que no debían salir o estar dando así una sociedad enferma emocionalmente con trastornos de ansiedad, alimentarios, depresión, entre otros”.
Con ella coincide Quintero, quien detalla que esta distorsión en el autoconcepto, puede acarrear también trastornos de la conducta alimentaria como anorexia y bulimia, además de las distintas consecuencias físicas y mentales que acarrean dichos trastornos.
Manifestaciones
Cuando se dan casos de hipersexualización de los niños y niñas, estos pueden ser percibidos en comportamientos, como por ejemplo, que las niñas tengan ciertas actitudes de interés por el arreglo personal de forma precoz como el uso de maquillaje, no como un juego de imitación a la madre, sino con el fin de “verse mejor o más atractivas”; lo mismo con el uso de la ropa, explican los expertos.
Mientras que, en el caso de los niños pueden llegar a ver el “tener varias novias” como una conducta socialmente aceptada, porque el adulto pregunta con gran naturalidad “¿cuántas novias tienes?”.
Pero esto va más allá, pues tal como destaca Hernández, en ocasiones, al ser percibidos como adultos, los infantes podrían ser presa fácil para abusadores y pedófilos, ya que estos se aprovechan y manipulan, y los niños caen a la vez por querer vivir el rol al que sus padres o adultos responsables los llevaron.
Recomendaciones
Las recomendaciones de la psicóloga Yaniselly van orientadas a permitir que los niños desarrollen las características físicas y psicológicas apropiadas a su edad.
“La sexualidad siempre va a estar presente y es bueno abordarla según vayan surgiendo las dudas en niños y niñas, pero siempre teniendo presente que las explicaciones deben ser dadas respetando la etapa del desarrollo en que se encuentra cada uno”.
Apunta también a que se debe:
Evitar la normalización de cualquier conducta inapropiada para la etapa
del desarrollo del niño y la niña.
Limitar el acceso a la tecnología y que sea siempre con supervisión, pues allí
hay mucho contenido que expone al niño y a la niña a información para las que no están preparados para procesar.
Reforzar el autoconcepto de los niños y niñas desde que nacen es básico, pues esto les dará un escudo protector ante la exposición inevitable de estos modelos de comparación.
Elogiar el esfuerzo, enfocarse en las virtudes y fortalezas, dedicar tiempo de calidad, son formas sencillas de reforzar el autoconcepto.
Regulaciones
Existe una delgada línea sobre la hipersexualización de la infancia en cuanto a algunas publicidades donde participan especialmente niñas, y es que, algunas son maquilladas exageradamente o vestidas de forma sensual.
Hernández menciona que cuando se trata de alguna publicidad, muchas veces se debe explicar lo que se desea sin crear morbo ni expectativas de que lo que se muestra es normal. La especialista destaca, como ejemplo, una valla de una niña muy arreglada, donde es necesario detallar la razón con excusas reales y no decir que es normal que luzca como adulta.
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En ese mismo aspecto, Quintero sostiene que deben existir regulaciones ligadas a respetar el derecho a la integridad de los niños, niñas y adolescentes en nuestro país y en el mundo, sabiendo que uno de los grandes riesgos de la hipersexualización va asociado al abuso de menores. “El respeto a su integridad permite que su personalidad se desarrolle libre de traumas, con el máximo bienestar físico y mental posible”, dice.
Y es que, “la hipersexualización hace que los niños pierdan una parte importante de su infancia, porque el tiempo valioso para dedicar a los distintos juegos que permiten desarrollar habilidades motoras y cognitivas, descubrir el mundo y lo que ofrece, está dedicado a luchar por una imagen innecesaria e inalcanzable, de un pequeño adulto que debe agradar”, afirmó Quintero Nelaton.
Se intentó obtener pronunciamientos sobre este tema por parte de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia así como Unicef Panamá, organismos que velan por el bienestar de la infancia en el país; sin embargo, ninguna accedió a la petición.