Las exportaciones son importantes en el desarrollo económico de los países, y el crecimiento de las exportaciones de cobre contribuyen a mejorar las condiciones de vida de muchas regiones del país postergadas y alejadas de los principales centros urbanos, disminuir la desigualdad, y ser un motor para el desarrollo de proveedores y tecnologías; cumpliendo así con los objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Lo anterior es una conclusión de la Asociación Panameña de Exportadores (APEX), para dejar ver que países como Panamá pueden aprovechar las oportunidades de ser proveedores de metales y minerales.
Durante los primeros meses del 2021 el concentrado de cobre acumuló grandes exportaciones. De acuerdo con Roberto Tribaldos, presidente de la APEX, el concentrado de cobre representó el 78.5% de las exportaciones de enero a julio de 2021.
La proyección indica que al 2024 la actividad minera podría estar representando el 8.3% a la economía del país, lo que sería similar al aporte (2019) de actividades como intermediación financiera y la actividad inmobiliaria y empresarial.
Esas exportaciones además, tienen que ver con la demanda de minerales y metales que se usan para las energías verdes y tecnologías amigables con el entorno, en busca de reducir las emisiones de carbono. Por eso, los expertos aseguran que la minería será fundamental para lograr un futuro bajo en carbono.
Un informe del Banco Mundial, lanzado en enero de este año, detalla que la producción de minerales podría aumentar en casi 500% para el 2050 para cumplir la creciente demanda de tecnologías de energía limpia.
Se estima que se necesitarán más de 3.000 millones de toneladas de minerales y metales para desplegar energía eólica, solar y geotérmica, así como almacenamiento de energía necesarios para lograr un futuro por debajo de los 2 grados C.
Desarrollo para países
La iniciativa de minería climáticamente inteligente podría contribuir a que los países en desarrollo, ricos en recursos, se beneficien de la creciente demanda de minerales y metales. Al tiempo que garantizará que el sector minero se gestione de una manera que minimice la huella ambiental y climática, de acuerdo con el informe.
“La energía verde es señal de progreso, esto quiere decir que a mayor progreso mejora la comunidad, ya que fomenta el cuidado del medio ambiente y de la tierra. Trabajamos en conjunto con productores y agricultores que realizan y practican la energía verde, así como el reciclaje y uso de abonos orgánicos”, asegura Anthony Diez, gerente general de Groen Panamá, una empresa familiar que ofrece productos perecederos y no perecederos, como los vegetales y frutas, así como productos enlatados y secos.
En Groen hablan de las ventajas e importancia de laborar basados en energías verdes, porque trabajan con la mina de Cobre Panamá, ubicada en la provincia de Colón y a 1,5 horas de Penonomé, provincia de Coclé.
Para Groen Panamá, la presencia de la mina ha impactado de manera positiva en la provincia de Coclé, pues ha generado beneficios para los pueblos aledaños y sus habitantes, así como empleos, sin olvidar que han sido un apoyo social y ambiental con la construcción de calles, escuelas, centros de salud, centros deportivos, reforestación, entre otros.
Los beneficios también han sido aprovechados por la Asociación de Productores de Donoso y La Pintada (DONLAP), con más de 30 agricultores de 11 comunidades que desde hace 10 años trabajan con la mina Cobre Panamá y se han convertido en uno de los proveedores locales más importantes.
Asunción Bonilla es presidente de la DONLAP y asegura que el impacto minero ha sido positivo, no solo para ellos como proveedores de productos alimenticios, sino que también ha habido un significativo avance en cuanto al apoyo en la educación, vías de comunicación e infraestructura en las comunidades alrededor de la mina.