Creció junto a sus hermanos entre las paredes de una modesta casa. Pasaron más tiempo en ella que en la calle, pues su madre decía que esta era muy peligrosa, su padre mientras tanto operaba una grúa en una empresa acerera para darles de comer y apenas y le alcanzaba para mantener a todos.
Fue un padre estricto y severo, lo maltrató tanto psicológicamente, como físicamente, lo humilló de una manera increíble, según lo comentó el propio Michael con lágrimas en los ojos en la entrevista que le realizó Martin Bahir en el documental de "Living Whit Michael Jackson".
Inició su carrera musical a la edad de 4 años, por esta razón no tuvo la oportunidad de compartir, jugar y correr como otros niños, definitivamente esto afectó mucho su adultez, él era un hombre solitario que se le complicaba interactuar con otros adultos.
Para vivir su infancia reprimidad construyó en Neverland, un lugar de ensueño con parques de diversiones, zoológicos, etc. todo esto para luego abrir sus puertas a los niños más pobres o de instituciones y que sufrieran algún tipo de enfermedad.
En ese mismo documental, Jackson relata como lloraba en los ensayos cuando escuchaba a los niños jugar en la calle y el no podía hacerlo, su padre siempre estaba ahí para exigirle con golpes y humillaciones que lo hiciera bien.
El abuso emocional al que lo sometia su padre Joseph fue un factor detonante en la personalidad de Michael, porque él era una persona con una sensibilidad, y las burlas de su padre sobre su apariencia (nariz, acné... entre otras) le afectó mucho, le generó una baja autoestima y los golpes que le propició lo volvieron un niño temeroso e inseguro.
A raíz de todas estas situaciones que vivió en la infancia, quizás quedó atrapado en la etapa infantil, en un niño de 10 años. Generándose entonces el síndrome de Peter Pan, (niño que no creció) el mismo Michael lo reconoció.