El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, acusó hoy al Gobierno de Cuba de exportar mecanismos de terror a otros países de Latinoamérica, como Venezuela y Nicaragua, donde ciudadanos cubanos presuntamente han dirigido torturas.
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Almagro inauguró una conferencia sobre derechos humanos en Cuba en la OEA denunciando y llevando a la superficie los mecanismos de terror y represión que Cuba utiliza contra su propia gente y exporta silenciosamente al resto de la región, según dijo en su intervención inicial.
El responsable de la OEA afirmó que han recibido denuncias de personas de Nicaragua y Venezuela, que aseguran que fueron torturadas en presencia de nacionales cubanos.
En Nicaragua hemos escuchado testimonios de víctimas de torturas que aseguran que cubanos estaban presentes mientras los torturaron, subrayó.
En Venezuela, explicó Almagro, hay unos 46.000 cubanos que actúan como una fuerza de ocupación que enseña a torturar, a reprimir, que hace tareas de inteligencia, que hace tareas de inmigración.
En 2017 el diario comunista cubano Juventud Rebelde informó de que los 46.000 cubanos en Venezuela ayudaban en 20 programas sociales, entre ellos Barrio Adentro, que busca fortalecer el sistema de salud pública.
Es tiempo que termine la impunidad con la que viven los dictadores cubanos, haremos justicia, haremos justicia en los países de Latinoamérica que han sufrido esta agresión, tortura, represión y privación de libertades, se comprometió Almagro, que fue interrumpido por aplausos en varias ocasiones.
Denuncias de personas de Nicaragua y Venezuela
Almagro, que este jueves anunció que se presentará a la reelección para el periodo 2020-2025, consideró necesario cuestionar la legitimidad que la dictadura más vieja del continente ha conseguido a nivel internacional.
Mucha de la polarización que sufren nuestras sociedades está inducida directamente desde el régimen cubano. El efecto nocivo que tiene en el resto de la región y la privación de libertades que ocasiona a su gente en la isla, desde hoy, lo instalaremos como una prioridad de la agenda interamericana, prometió.
El compromiso de Almagro fue bien recibido por parte de activistas cubanos como la activista, Rosa María Payá, hija del disidente fallecido Oswaldo Payá.
El secretario general ha sido muy definitivo y comparto totalmente su objetivo de ilegitimar la dictadura cubana ante los ojos de la comunidad internacional, dijo a Efe Payá.
Cuba fue suspendida de la OEA en 1962
En su intervención durante la conferencia, la activista pidió a Almagro que elabore un informe destinado a analizar si se han cometido crímenes de lesa humanidad en la isla y cuáles son las acciones que el Ejecutivo cubano está tomando para influir en diferentes países para perpetuarse en el poder.
La documentación que se ha hecho a través de víctimas habla muy claramente de la presencia de efectivos cubanos en los centros de detención, en los centros de torturas, en todas las instancias en todos los ministerios, tanto en Venezuela como en Nicaragua, sostuvo Payá.
En la conferencia en la sede de la OEA, en Washington, activistas cubanos debatieron sobre los obstáculos a la libertad de expresión, la situación de los presos políticos e, incluso, expusieron diferentes opciones para llevar a los represores del Ejecutivo cubano ante la Justicia internacional.
La Comisión Internacional Justicia Cuba explicó que, durante dos años, ha documentado crímenes de lesa humanidad en el país y ha elaborado cuatro expedientes que permitirían que las violaciones de los derechos humanos sean juzgadas en cortes federales de EE.UU. o en tribunales internacionales.
René Bolio, presidente de esa organización, indicó que el Gobierno cubano ha usado los crímenes de lesa humanidad de manera sistemática para mantenerse en el poder.
Cuba, miembro de la OEA desde su creación en 1948, fue suspendida en 1962 tras el triunfo de la revolución liderada por Fidel Castro debido a su adhesión al marxismo-leninismo en el marco de la Guerra Fría entre el bloque capitalista encabezado por EE.UU. y el comunista dirigido por la Unión Soviética.
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Después de décadas de confrontación, en 2009, la OEA levantó la suspensión a Cuba, pero la isla se negó a volver al organismo.