La tensión por la llegada de migrantes centroamericanos aumentó hoy cuando el alcalde de la ciudad mexicana de Tijuana y el gobernador del estado de Baja California advirtieron que habrá "cero tolerancia" para los visitantes que alteren el orden.
El alcalde Juan Manuel Gastélum, del conservador Partido Acción Nacional (PAN), trató de justificar declaraciones suyas publicadas hoy por el diario Milenio en las que manifestó su rechazo a la presencia de los centroamericanos y su intención de hacerlos deportar.
"Queremos que se les aplique el 33 constitucional. Tijuana es una ciudad de migrantes, pero no los queremos de esta manera", dijo el funcionario al rotativo, aludiendo al precepto de la Constitución que prevé la expulsión de extranjeros.
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Al respecto, dijo hoy que se refería solo a quienes violen las leyes y no a los que se conduzcan con orden, y que llamó "mariguanos" solo a los que fumaban esta droga y no a todos los migrantes. "Somos antimariguanos, como somos antiborrachos", dijo.
En su entrevista, el funcionario también declaró que "los derechos humanos son para los humanos derechos", y dijo que realizará una consulta ciudadana para decidir si siguen recibiendo a los migrantes y qué hacer con quienes ya están en la ciudad.
Sobre este punto anunció que se está elaborando la pregunta que se hará a los tijuanenses para que "nos manifestemos", si bien no precisó cuándo se realizaría.
Consulta podría hacerse si el gobierno da los recursos
También indicó que la consulta podría llevarse a cabo si el Gobierno federal envía los recursos para atender a los centroamericanos, para lo que el Ejecutivo estatal ha solicitado 80 millones de pesos (cuatro millones de dólares).
Afirmó que Tijuana está viviendo una problemática provocada por el Gobierno federal, que "de manera indolente permitió la entrada de numerosas personas, sin cubrir requisitos", en referencia al ingreso "sin ningún orden" de miles de migrantes el pasado 19 de octubre desde Guatemala.
Cuestionó por qué los centroamericanos decidieron venir a Tijuana cuando se sabe que por aquí es muy difícil cruzar hacia Estados Unidos y existen otras fronteras que quedan más cerca del centro del país, donde han convergido los migrantes antes de continuar su marcha hacia el norte.
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Por su parte, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) alertó de la gravedad de discursos de odio, descalificaciones y criminalización hacia grupos vulnerable, entre los que mencionó a las personas migrantes y solicitantes de la condición de refugiado.
La Secretaría de Gobernación federal informó en un boletín que se ha instalado en Tijuana una mesa de trabajo formada por autoridades de los tres niveles de gobierno (federal, estatal y municipal) para la atención de los flujos migratorios.
En Tijuana se están concentrando los integrantes de las distintas caravanas que recorren México desde mediados de octubre, procedentes fundamentalmente de Honduras y El Salvador, cuyo número ha sido calculado en unas 9.000 personas.