Costa Rica sumó solo 6 casos nuevos de COVID-19 en las últimas 24 horas y sus autoridades reiteraron el llamado a la cautela y a seguir las medidas ordenadas por el Gobierno para mantener bajo control el virus.
Los datos oficiales indican que Costa Rica acumula 739 casos COVID-19, de los cuales 386 se han recuperado y 6 han fallecido. Además, se han descartado 9.046 casos sospechosos.
Por segundo día consecutivo este país centroamericano tiene más personas recuperadas (386) que casos activos (347), lo que confirma que la curva de contagios viene en descenso.
En la actualidad hay 16 personas hospitalizadas, de las que 6 se ubican en unidades de cuidados intensivos.
El presidente de la Caja Costarricense del Seguro Social, Román Macaya, hizo este domingo una valoración de las razones por las que Costa Rica ha logrado mantener bajo control el virus tras casi dos meses desde que diagnosticó su primer caso, que se refleja en pocos casos y una tasa de mortalidad del 0,8 %.
"Costa Rica ha respondido de una forma robusta ante la pandemia, tenemos un sistema de salud robusto con atención de primer nivel cercano a nuestras casas. Un factor ha sido el diagnostico temprano y el aislamiento oportuno de los casos positivos y de su circulo cercano", declaró Macaya.
El funcionario también agradeció a la población porque en su mayoría ha tomado medidas preventivas y ha seguido las órdenes de las autoridades.
"La población en general ha acatado las directrices y ha sido un factor muy importante para evitar un mayor contagio", aseguró.
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Playas y discotecas cerradas
Macaya también subrayó el profesionalismo y compromiso del personal de salud, así como la capacidad de innovación del país para buscar soluciones.
"No podemos bajar la guardia. Hay casos activos y casos importados de costarricenses que están regresando al país y debemos mantener la guardia en alto para mantener los números que estamos viendo hoy", señaló.
Costa Rica no ha ordenado una cuarentena generalizada, pero sí ha cerrado parcial o totalmente diversas actividades económicas, y ha pedido a la gente permanecer en casa el máximo posible.
Desde mediados de marzo el país cerró sus fronteras al ingreso de extranjeros, suspendió el curso lectivo y eventos masivos, y además mantiene cerradas las playas, los parques, los parques nacionales, los bares, las discotecas y los casinos.
Además, está vigente una restricción para la circulación de vehículos por franjas horarias y por número de placa.
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Curva en descenso
Los restaurantes, tiendas y otros negocios pequeños pueden operar a un 50 % de su aforo y con estrictas medidas de salud, mientras que los supermercados y las farmacias están abiertos pero con reglas higiénicas y para evitar la aglomeración.
La curva de casos activos viene en descenso, por lo que el Gobierno ha comenzado a permitir, con limitaciones, algunas actividades que estaban prohibidas como los gimnasios, centros de entrenamiento deportivo y los salones de belleza.
Sin embargo, los cines han decidido no abrir aún, al igual que una buena parte de los gimnasios.