En la ofensiva Talibán contra Ghazni, muere soldado élite de EE.UU.
En el marco de los cuatro días de ofensiva de los talibanes contra la ciudad oriental afgana de Ghazni que han dejado al menos 325 muertos, un soldado de las Fuerzas Especiales de Estados Unidos falleció el pasado domingo a causa de las heridas sufridas por una explosión en la provincia de Helmand, en Afganistán, informó este lunes el Pentágono.
Identificado como el sargento de primera clase Reymund Transfiguracion, de 36 años, el soldado era originario de Waikoloa (Hawái) y falleció cinco días después de que fuese herido mientras realizaba operaciones de patrulla de combate, agregó el comunicado del Departamento de Defensa.
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El incidente está bajo investigación. Transfiguracion fue sargento de ingenieros asignado al tercer batallón, primer Grupo de las Fuerzas Especiales en la Base Conjunta Lewis-McChord, en el estado Washington, y había sido desplegado en Afganistán en marzo pasado. Se alistó como operador de transporte de motor en la Guardia Nacional del Ejército de Hawai en 2001, para después acudir a Irak entre 2005 y 2006 y también servir en Filipinas años más tarde.
Según las últimas cifras publicadas por el Pentágono, Estados Unidos mantiene alrededor de 14,000 militares en Afganistán. La mayor parte están integrados en la misión "Apoyo Decidido" (Resolute Support) de la OTAN, que cuenta, además, con el apoyo de las tropas estadounidenses que ejecutan de manera independiente la "Operación Centinela de la Libertad" (Operation Freedom's Sentinel). En esta contienda, que comenzó a finales de 2001, han perdido la vida en torno a 2,400 estadounidenses.
En tanto, la ONU llamó este lunes la atención sobre la grave situación que viven los civiles atrapados en la urbe. Desde que el pasado viernes cientos de talibanes atacaran de forma simultánea puestos de control y la línea defensiva alrededor de Ghazni, las fuerzas de seguridad lograron hacer retroceder a los insurgentes de las principales áreas de la ciudad e infligieron al menos 195 bajas en sus filas.
Sin embargo, la batalla, durante la que los talibanes se atrincheraron en viviendas de civiles, también causó la muerte de cerca de un centenar de miembros de las fuerzas de seguridad, entre ellos 70 policías, anunciaron en rueda de prensa los ministros de Defensa, general Tariq Shah Bahrami, e Interior, Wais Ahmad Barmak.
Según autoridades afganas, la ciudad está ya bajo el control de las tropas gubernamentales
De acuerdo con el balance "preliminar" de víctimas, perecieron, además, una treintena de civiles. Tras el asalto talibán, se enviaron a la estratégica Ghazni un millar de efectivos para reforzar a las Fuerzas Armadas afganas ya desplegadas en el lugar, que esta mañana hicieron retroceder a los insurgentes de puntos estratégicos como las áreas donde se ubica la prisión y el cuartel general de la Policía.
"Las fuerzas de seguridad se encuentran ahora estacionadas en los cuatro puntos de la ciudad, que está totalmente bajo el control de las tropas", sentenció el ministro de Interior. En su contraataque, las tropas afganas están contando con apoyo de la aviación de Estados Unidos, que con sus bombardeos causó la muerte de más de 140 talibanes desde el inicio de la ofensiva el viernes, detalló a Efe el portavoz de la misión de la OTAN y de las fuerzas estadounidenses en Afganistán, Martin O'Donnell. En los últimos cuatro días, las fuerzas internacionales llevaron a cabo 24 bombardeos, la mayoría de ellos el domingo.
"La ciudad de Ghazni continúa bajo el control del Gobierno afgano y las aisladas y dispersas fuerzas talibanes que se mantienen en la urbe no suponen una amenaza de su caída (en manos de los insurgentes)", afirmó O'Donnell. Con unos 270,.000 habitantes, Ghazni sufre, además, un corte de las redes de telecomunicaciones y de suministro eléctrico, lo que ha afectado al abastecimiento de agua.
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Mientras continúan los enfrentamientos, especialmente en las afueras de la urbe, muchos habitantes atrapados en la ciudad se encuentran en el interior de sus casas, de donde no pueden escapar. Esta ofensiva es la peor sobre una capital provincial desde la que el pasado mayo logró ocupar durante un corto período de tiempo la ciudad occidental de Farah. También en 2015 los talibanes tomaron durante varios días la ciudad septentrional de Kunduz, en su mayor logro militar desde la invasión estadounidense en 2001, y al año siguiente estuvieron cerca de conseguir su objetivo de nuevo.
En 2016, los insurgentes cercaron y lograron entrar en Trinkot (centro), capital de Uruzgan, y Lashkargah (sur), capital de Helmand, pero en ningún caso pudieron mantener el control más de unos días. De acuerdo con información difundida a finales del año pasado por el Congreso de Estados Unidos, el Ejecutivo afgano controla cerca del 56 % de Afganistán, los talibanes dominan un 11 % y el resto es territorio en disputa.