Las Abuelas de Plaza de Mayo encontraron al nieto 128 robado durante la última dictadura militar argentina, quien a los 42 años logró recuperar su verdadera identidad.
El hallazgo de Marcos, hijo de la desaparecida Rosario del Carmen Ramos, fue anunciado este viernes en una conferencia de prensa por Estela de Carlotto, titular del organismo de derechos humanos que busca a los hijos de desaparecidos que fueron apropiados en su gran mayoría por miembros de las fuerzas armadas y personas afines a la dictadura de 1976 a 1983.
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El hombre se enteró la víspera que es hijo de Ramos y que fue secuestrado en noviembre de 1976, cuando tenía unos cinco meses, junto a su madre y uno de sus medio hermanos en un operativo ilegal realizado por fuerzas de seguridad en la provincia norteña de Tucumán.
De la mujer se perdió todo rastro, mientras que los dos niños fueron llevados a una casa en la localidad tucumana de Tafí Viejo y a los pocos días separados. El nuevo nieto conoció la noticia y se encontró con su familia que lentamente, junto a las Abuelas de Plaza de Mayo, lo ayudará a reconstruir su historia e identidad, dijo De Carlotto.
Ismael y Camilo Suleiman -medio hermanos de Marcos- se encontraban en la rueda de prensa y afirmaron que el reencuentro familiar fue fabuloso. "Fue un choque de emociones... Hemos sido un trío de niños, queríamos conocer su historia en veinte segundos y esta es la restitución de 42 años de amor no vivido", dijo Camilo Suleiman.
En tanto, Ismael Suleiman mostró una foto de su madre que permanece desaparecida. La mujer era una activa militante del Partido Revolucionario de los Trabajadores. Tras el anuncio del hallazgo las redes sociales se llenaron de mensajes de felicitación de organizaciones políticas y sociales, así como de otros hombres y mujeres que han recobrado su identidad.
Ismael y Marcos vivían con su madre y fueron llevados por la fuerza
Un nieto más. Un hermano más que recupera su verdad, hoy sus padres pueden descansar en paz porque él ya no ignora su historia, celebró en Twitter Horacio Pietragalla, el nieto recuperado 75.
En el momento del secuestro Camilo se encontraba al cuidado de su padre, pero Ismael y Marcos vivían con su madre y fueron llevados por la fuerza. Según las Abuelas, luego de permanecer una semana en la casa de Tafí Viejo, Ismael fue trasladado a otro domicilio en Tucumán, del que escapó muchas veces, hasta que en una ocasión logró ubicar a su tío paterno, quien dio aviso sobre su paradero al padre del niño.
En 1999 Ismael se acercó a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad y relató el secuestro. Cuatro años después se recibió una denuncia en el Fondo Permanente de Recompensas del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos con información que señalaba a un joven como hijo de desaparecidos, apropiado por una persona imputada por crímenes de lesa humanidad en la provincia de Tucumán.
La justicia intervino y pudo encontrar a Marcos, quien accedió voluntariamente a realizarse los exámenes de ADN en el Banco Nacional de Datos Genéticos, donde están resguardadas las muestras de sangre de los familiares de los desaparecidos.
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El caso de Marcos debería contribuir a acabar con el negacionismo, la justificación y el olvido que subsisten en parte de la sociedad y, en particular, en Tucumán, dijo De Carlotto. La dirigente humanitaria afirmó que las fosas comunes descubiertas en Tucumán, en las que se identificó a más de un centenar de desaparecidos junto a la comprobación de la existencia de un capítulo local del plan sistemático de apropiación de niños y niñas vuelven a colocarla ante la evidencia del horror.
Ramos engrosa la lista de 30,000 desaparecidos durante la dictadura, según organizaciones de derechos humanos. Las cifras oficiales dan cuenta de más de 7,600 desaparecidos, entre los que había obreros, militantes políticos y estudiantes que disentían con el régimen de facto. Abuelas de Plaza de Mayo calcula que unos 500 niños fueron apropiados por un plan sistemático aplicado por los militares para robar a los hijos de los desaparecidos.