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Mujeres mexicanas se unen a Fuerzas Armadas motivadas por deseo de superación
Para estas soldados el cambio de la vida civil a la castrense tampoco es fácil, y pasaron ocho semanas de capacitación básica.
Convencidas de "servir a la patria", cada vez más mujeres abandonan la vida civil y se unen a las Fuerzas Armadas mexicanas, motivadas por el deseo de superarse y de mejorar la vida de sus familias. Petrona Guadalupe Morales Saldaña, originaria de la colonia Francisco Villa del municipio de Villa Flores, en el estado de Chiapas, es una de las 112 mujeres entre los 387 soldados integrantes del primer escalón 2018 que han concluido su adiestramiento básico de combatiente individual regional. LEA TAMBIÉN Rostros del olvido, un grito contra feminicidios, la herida abierta de México Ella decidió unirse a las Fuerzas Armadas para mejorar la calidad de vida de su familia, un sacrificio que a su juicio vale la pena. "Renuncié al tiempo de estar con mi familia, renuncié a muchas cosas; renuncié a mi tiempo afuera. Pero renunciar no es nada, como un lema que decía mi abuelo, 'Sufrir para merecer no es sufrir'", contó. Esta decisión no fue nada fácil para la familia de Petrona. Su partida fue dolorosa, afirma Rebeca Margarita Morales, quien reconoce el esfuerzo de su hermana. "Es una emoción por ver a mi hermana salir adelante, porque está haciendo lo que le gusta, lo que le encanta, pues", declara. "Lloro por emoción porque le extrañamos; muy orgullosa de tener una persona que está dando todo por el país y más que nada que mis papás han dado todo por nosotros y ahora es la recompensa para ellos", agrega. Para estas soldados el cambio de la vida civil a la castrense tampoco es fácil, y pasaron ocho semanas de capacitación básica en un Centro de Adiestramiento de Combate Individual Regional en la VII Región Militar en San Cristóbal de las Casas. Manuel Herrera Hernández, capitán segundo de Caballería, expresa que "el trato es indistinto entre hombres y mujeres; reciben el mismo trato, el mismo adiestramiento y la misma capacitación". En su mayoría, las soldados han optado por la milicia como su segunda carrera. Tal es el caso de Damaris Calvo Flores, originaria del estado de Guerrero. Con 27 años tiene la licenciatura en Trabajo Social. "Crecer, ascender, aprender, seguir dando el mejor ejemplo de mí para los demás y la sociedad. Aquí hay muchas oportunidades de crecer, aprender a superarse; entonces, no pido más que continuar y ser mejor cada día", afirma. A decir del general de división Luis Alberto Brito Vázquez, diplomado del Estado Mayor y comandante de la VII Región Militar, este primer escalón 2018 es más grande comparado con el de 2017. "El alto mando tuvo a bien ordenar, de acuerdo a los programas nacionales de desarrollo de igualdad y equidad de género, la participación de más mujeres cada día en el Ejército", dijo, y añadió que este año se piensa llegar a 25.000 mujeres dentro del Ejército y la Fuerza Aérea de México.
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