El papa Francisco ha desestimado los informes de que planea renunciar en un futuro cercano, diciendo que está en camino de visitar Canadá este mes y espera poder ir a Moscú y Kyiv lo antes posible.
En entrevista con Reuters en su residencia en el Vaticano, Francisco también desmintió los rumores de que padecía cáncer y hasta bromeó diciendo que sus médicos "no me dijeron nada al respecto". Por primera vez ofreció detalles de la dolencia en la rodilla que le ha impedido realizar algunos deberes.
En una conversación de 90 minutos el pasado sábado, realizada en italiano y sin asistentes presentes, el pontífice de 85 años de edad, también reiteró su condena al aborto tras el fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos el mes pasado.
Rumores sobre presagios de un anuncio de renuncia se dispersaron por los medios luego de una conjunción de eventos a fines de agosto, incluidas reuniones con cardenales de todo el mundo para discutir una nueva constitución del Vaticano, una ceremonia para jurar nuevos cardenales y una visita a la ciudad italiana de L'Aquila.
L'Aquila está asociada con el papa Celestino V, quien renunció al papado en 1294. El papa Benedicto XVI visitó la ciudad cuatro años antes de renunciar en 2013, el primer Papa en hacerlo en unos 600 años.
Pero Francisco, alerta y tranquilo durante toda la entrevista mientras discutía una amplia gama de temas internacionales y de la Iglesia, se rió de la idea.
"Todas estas coincidencias hicieron que algunos pensaran que sucedería la misma 'liturgia', dijo. "Pero nunca me pasó por la cabeza. Por el momento no, por el momento no. ¡De verdad!", dijo.
Sin embargo, Francisco repitió su posición a menudo declarada de que podría renunciar algún día si su mala salud le imposibilitara dirigir la Iglesia, algo que había sido casi impensable antes de Benedicto XVI.
Cuando se le preguntó cuándo pensaba que podría ser eso, dijo: "No lo sabemos. Dios lo dirá".