Personas LGBTI sufren violencia estructural en Centroamérica, según informe
El estudio constata la necesidad de reforzar los sistemas de protección internacional.
Las personas LGBTI (lesbianas, gais, bisexuales, transexuales e intersexuales) sufren discriminación y violencia estructural en países de Centroamérica, según un informe de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) presentado hoy en Naciones Unidas.
De acuerdo con dicho estudio, que toma casos concretos de Guatemala y México, países con un especial tránsito de población migrante y refugiada, esta violencia a veces es ejercida también de forma institucional y por agentes de la autoridad.
El informe, comisionado al Instituto de Derechos Humanos Pedro Arrupe de la Universidad española de Deusto, achaca dicha discriminación a la heteronormatividad vigente en las sociedades estudiadas, lo que dificulta el tránsito o posterior adaptación de las personas LGBTI.
La situación de estas personas durante su tránsito hacia lugares más seguros resulta peligrosa, con altos índices de inseguridad física, violencia -incluida sexual- y discriminación tanto por parte de autoridades como de organizaciones criminales y de otros refugiados en tránsito o en lugares de recepción y detención, reza el texto.
Violencia en Centroamérica
El estudio constata la necesidad de reforzar los sistemas de protección internacional y de información y asistencia material, ya que el peso preponderante recae en organizaciones de la sociedad civil.
De estas, algunas son de origen religioso, lo que implica que denieguen en determinados casos el acceso a las personas LGBTI.
Por todo esto, el informe concluye que la violencia y la discriminación hacia las personas LGBTI determinan las condiciones del desplazamiento (a veces forzándolas a tomar rutas más peligrosas), el acceso a los sistemas de protección y la integración en el país de destino.
Inseguridad física y violencia sexual
A pesar de que sus requerimientos son los mismos que los de los solicitantes de acogida, la integración se ve condicionada por el pasado de violencia y por los estereotipos de la sociedad de acogida.
Este texto pretende contribuir a la inclusión de las necesidades de protección de las personas LGBTI en el Pacto Global sobre Refugiados, cuya última versión de 26 de junio de 2018 no contiene referencia alguna a este colectivo.
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Además, insta a garantizar el respeto a la vida, la identidad y la seguridad de las personas LGBTI durante la acogida, recepción e integración, así como a desarrollar políticas y estrategias para contrarrestar la discriminación y los estereotipos.