El Gobierno británico planea vadear la ola de ómicron sin nuevas restricciones ni confinamientos pese a haber superado por primera vez los 200.000 casos diarios y a los estragos que esa variante genera en los servicios sanitarios, según indicó este martes el primer ministro, Boris Johnson.
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En una rueda de prensa celebrada en Downing Street -su residencia y despacho oficial-, el líder "tory" reconoció que el Reino Unido se encuentra ahora mismo "en medio del crecimiento más rápido experimentado nunca en los casos de covid", después de haberse notificado hoy otros 218.724 nuevos contagios.
Ante las nuevas cifras -que incluyen varias jornadas y retrasos a causa de las vacaciones navideñas-, Johnson dijo que "las olas previas de la pandemia no registraron un solo día con más de 100.000 casos notificados; la pasada semana hubo un día con 200.000 positivos y hoy tenemos más de 218.000, aunque incluye datos atrasados".
Por ello señaló que "cualquiera que piense que nuestra batalla contra la covid-19 ha terminado está profundamente equivocado. Este es un momento para la máxima cautela".
Pese al llamamiento a las precauciones, el Ejecutivo británico no planea introducir más medidas restrictivas que las ya contempladas en su "plan B", que aboga por el uso obligatorio de mascarillas para acudir a ciertos lugares cerrados y en el transporte público, la vuelta al teletrabajo y el uso del pasaporte covid así como la realización de test de antígenos antes de acudir a reuniones sociales.
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"Creemos que este es el planteamiento correcto. Es un enfoque equilibrado, que debe tener en cuenta un montón de consideraciones, como el efecto en la vida de las personas de los confinamientos, que son dolorosos, que despojan a las personas de oportunidades y que causan un gran daño social, daños en la salud mental de la gente y perjuicios a la economía", dijo Johnson.
Como novedad, a partir del próximo día 10, 100.000 trabajadores considerados "críticos" -de los sectores del procesamiento de alimentos, del transporte y empleados en las fuerzas fronterizas- tendrán prioridad a la hora de obtener test de antígenos para detectar covid-19 y se les pedirá que se hagan pruebas a diario.
En un tono tranquilizador, Johson recordó que las evidencias hospitalarias revelan que es menos probable que enfermos afectados por casos provocados por ómicron precisen de tratamiento en cuidados intensivos y dijo que ya hay un "sustancial" nivel de inmunidad entre la población.
El jefe del Ejecutivo confía en "salir de esta ola de ómicron sin tener que cerrar el país otra vez".