Siria advirtió a EE.UU. de que considerará como una agresión cualquier intervención en su territorio sin su permiso, mientras visita el país árabe el nuevo mediador internacional, Staffan de Mistura, cuyas reuniones se centraron en la lucha antiterrorista.
Y es que la ofensiva contra el Estado Islámico (EI) en el territorio sirio, anunciada por el presidente estadounidense, Barack Obama, eclipsó los esfuerzos de mediación del enviado de la ONU en este país.
De hecho, antes de reunirse con el diplomático sueco-italiano, el ministro sirio de Reconciliación Nacional, Ali Haidar, avisó, en declaraciones a los periodistas, de que "una operación de cualquier tipo sin el visto bueno del Gobierno será considerada como un ataque a Siria".
"No queremos que el EI se convierta en un caballo de Troya para nosotros", indicó Haidar, el primer responsable sirio que ha reaccionado a las palabras de Obama.
Poco antes, la agencia de noticias oficial Sana había publicado un comunicado en el que se criticaba la estrategia del presidente estadounidense.
Según esa nota, las políticas de Obama son "contradictorias", ya que al tiempo que autoriza los bombardeos contra el EI está dispuesto a armar a la oposición siria, a la que Damasco califica de "terrorista".
No es la primera vez que el régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, previene contra una intervención de EE.UU. en su territorio sin su consentimiento, ya que en agosto pasado el ministro sirio de Exteriores, Walid al Mualem, hizo unas declaraciones similares a las de Haidar.