Nuevamente la violencia se toma las calles de Estados Unidos, en esta oportunidad es en el Sur de California, donde el atacante acabó con la vida de un policía y baleó a otro y luego se atrincheró en un apartamento y no daba señales de querer rendirse.
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Un equipo SWAT rodeó el complejo habitacional y la policía usó granadas aturdidoras durante la confrontación, dijeron funcionarios. Pero el sospechoso seguía atrincherado en el apartamento y la policía dijo que no estaba claro cuántas armas podría tener en su poder.
Investigadores creen que el sospechoso está solo en el departamento pero no han confirmado su identidad, dijo el capitán de policía del condado de Los Ángeles, Christopher Bergner.
La policía en el sur de California trató de detener al atacante a eso de las 9 de la noche del viernes, tras recibir una llamada alertándola sobre un conductor imprudente. El conductor no se detuvo y la policía inició una persecución, dijo Bergner.
El tipo chocó durante la persecución y se refugió en un complejo de apartamentos. Agentes persiguieron al sospechoso y él se atrincheró dentro de un apartamento, y disparó a dos policías de Pomona, agregó el portavoz. Pomona es una localidad unos 50 kilómetros al este de Los Ángeles.
Negociadores de crisis policiales estuvieron en comunicación con el sospechoso durante la noche
El agente herido fue operado y se prevé que se recupere, añadió Bergner.
"Con pesar en el alma debo reportar que un policía no sobrevivió. El otro agente está en condición estable", tuiteó el jefe de la policía de Pomona Michael Olivieri.
No se divulgaron de inmediato los nombres de los policías.
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Había decenas de patrullas frente a la oficina del forense del condado de Los Ángeles y muchos policías saludaron al vehículo que llegó al lugar en una procesión con los restos del agente asesinado.
