El litoral noroeste de México fue golpeado este martes en la noche por Willa, que tocó tierra como huracán de categoría 3 en la población de Escuinapa, en el estado de Sinaloa, mientras los remanentes de la tormenta Vicente se disipan sobre el estado de Michoacán.
El ojo de Willa tocó tierra sobre las 20.00 hora local (01.00 GMT del miércoles) en las inmediaciones de Escuinapa y su "muralla delantera" se extiende ya sobre los estados mexicanos de Sinaloa, Nayarit y Jalisco; cubrirá Durango y Zacatecas en las próximas horas.
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Sus bandas nubosas se extienden en un diámetro de unos 240 kilómetros entre el puerto de Mazatlán, Sinaloa, hasta la ciudad de Tepic, en el estado de Nayarit. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) indicó que Willa tocó tierra como huracán categoría 3 en la escala Saffir-Simpson, de un máximo de 5, con vientos sostenidos de 195 kilómetros por hora y rachas de 240 kilómetros y se desplaza a 17 kilómetros por hora.
Las lluvias torrenciales y los vientos se centran en la región de Escuinapa, considerada la sexta población más importante de Sinaloa, y que tiene unos 32.000 habitantes, y en los alrededores. Ante el aviso de que Willa llegaría como huracán "potencialmente peligroso", el Gobierno mexicano y los estados de Sinaloa, Nayarit y Jalisco, montaron un amplio plan de seguridad de amplio para prevenir daños mayores.
Ya con Willa sobre tierra, hasta el momento las autoridades no han emitido informes de daños ni víctimas en la zona de alerta que abarca los municipios de Mazatlán, Escuinapa, El Rosario, Concordia, San Ignacio Elota y Cosalá, los más expuestos al ciclón.
El ojo el huracán Willa se exiende 46 kilómetros de diámetro
En el municipio Rosario, la oficina local de Protección Civil pidió a los pobladores resguardarse en sus casas nada más comiencen a sentir los primeros efectos de Willa, cuyo un ojo mide 46 kilómetros de diámetro. Las escuelas de estos municipios suspendieron sus clases, las actividades laborales se han detenido en toda la zona y el transporte público dejó de funcionar, en previsión de posibles daños y afectaciones.
Al menos 4.200 habitantes se encuentran ya en 58 albergues habilitados y las autoridades de Protección Civil del Gobierno federal instaron a la población que no aceptó ser evacuada a que reconsidere su decisión. El Sistema de Desarrollo Integral de la Familia de Sinaloa confirmó que en la horas previas a la llegada del ciclón, se han distribuido 53 toneladas de víveres para atender a la población que se encuentra en albergues.
En Mazatlán, el mayor centro turístico de Sinaloa, la cámara de comercio local reportó que en las horas previas se registraron compras de productos como agua embotellada, atún enlatado y baterías. Las autoridades del estado de Jalisco desalojaron a 2.500 personas y las trasladaron a 23 refugios temporales, con especial énfasis en Puerto Vallarta, el principal centro turístico del occidente mexicano.
El Gobierno extendió la situación de emergencia a los estados de Colima y de Michoacán ante los remanentes de Vicente, que a su paso por el litoral sureño del Pacífico dejó una docena de muertos en el estado de Oaxaca. Vicente tocó tierra en el estado de Michoacán hacia las 09.00 horas (14.00 GMT) donde se ha degradado a depresión tropical y mantiene un avance al nor-noroeste con vientos de 45 kilómetros por hora y rachas de 65 kilómetros.
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Estos ciclones provocaron lluvias intensas en los estados mexicanos que tienen costas en el Pacífico Mexicano, desde Chiapas, a Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Colima y Jalisco y sus bandas nubosas se hicieron sentir en el centro del territorio mexicano.
Una fuerza de casi 45.000 hombres, entre soldados, marinos, médicos y enfermeras, se mantiene en fase de alerta en los estados del oeste y noroeste del país, para desplegarse en un operativo destinado a volver la región a la normalidad en el menor tiempo posible.