Puede caer una y mil veces, aguantar golpes, soportar dolor y valerse de su coraje para subirse al cuadrilátero cuando su salud se vuelve en su contra, pero el boxeador panameño Juan Huertas, de la categoría peso ligero, resurgirá siempre como el ave fénix.
Este humilde y amable púgil no se desvía de su propósito, el de ver en su cintura la faja de campeón, y, pese a las adversidades que amenazan con empañar su sueño, él nunca se rendirá.