Echando una corrida un grupo de estudiantes entra al metro de Panamá, en la estación 5 de Mayo. Ellos, en su vocabulario, aseguran que si no corrían, el tren los dejaba, pues las puertas se cierran muy rápido; ya dentro bajan el tono de voz, al parecer las reglas son muy respetadas.
El mejor amigo de los viajeros es el celular; niños y adultos pegan sus ojos y oídos a este artefacto, con la esperanza de hacer ameno el recorrido.





