El pelotero panameño Johan Camargo reveló ayer a los medios estadounidenses que al sentir el dolor que le produjo su caída y golpe en la rodilla, que derivó en una desafortunada lesión, lo primero que hizo fue encomendarse a Dios.
"En el momento, estaba preocupado, entonces, inmediatamente empecé a rezar, esperando que no fuera una lesión seria. Sabía que estaba lastimado y solo esperaba lo mejor", manifestó el istmeño.