Panamá ha empezado a sentirse a gusto en la Copa Oro desde que en 2005 diera la gran sorpresa, llegando a meterse en una inédita final contra el eterno anfitrión EE.UU., dejando antes en el camino a adversarios de la talla de Sudáfrica y Colombia.
De ahí en adelante, la Roja siempre ha conseguido avanzar de la fase grupal; sin embargo, las estadísticas son claras y reflejan que le cuesta muchísimo afrontar los cuartos de final, instancia en la cual se medirá este miércoles ante un "cuco" llamado Costa Rica.