Se estima que entre 1947 y 2012, Panamá perdió 2.1 millones de hectáreas de bosques, lo que equivale a la superficie de Panamá y Veraguas juntas, pero aun así los panameños siguen reacios a sembrar por su propia cuenta.
Por esta razón muchos están a la expectativa de que en la Asamblea Nacional AN se retome el proyecto de ley 469 de incentivos forestales.
El beneficio sería a través de exoneraciones tributarias y del financiamiento de programas directo no reembolsable.