La historia de un amor que nació al borde de la muerte. Muy joven y dedicado a la corta de montañas árboles en Darién, Pedro Luis perdió una de sus extremidades inferiores.
Un árbol fue el causante de dicho dolor, que con tan solo cerrar los ojos aún recuerda.
"La sangre se hacía presente a "chorros", como grifo de agua, y pintaba de rojo la tierra donde yacía acostado, mientras que la rama del árbol que me cayó encima como cuchillos afilados cortaba mi piel; una oración, un suspiro y la ayuda de los que se encontraban conmigo me salvaron la vida aquel día", contó Pedro.





