El reloj marcaba las 9:00 a.m. La claridad se filtra por las rendijas que hay entre las maderas de los puestos viejos en el Mercadito de Calidonia, y es que ayer fue un día de compras para muchos, ya que viene el fin de semana y deben abastecer sus cocinas.
Hacer compras de legumbres, frutas y carnes es todo un protocolo, y eso lo sabe Antonia Rodríguez, quien recorría todos los puestos preguntando precios e intentando regatear para ahorrar más.