El costo de la vida sigue subiendo, tal y como dice la canción. Esto dejó de ser una frase dicha a la ligera, para ser parte de la realidad de un país que hace solo cuatro años vivía otra realidad.
Hace poco hablaba con un amigo empresario y a pesar de conocer los cambios drásticos en materia económica, nunca llegas a realizar algo hasta que lo ves de cerca. Su realidad le ha llevado a cerrar dos tiendas de una creciente y pujante cadena, la cual se consolidó durante los 3 años anteriores a la entrada de la nueva administración de gobierno.